Desde que el dictador Daniel Ortega regresó al poder en 2007, se ha encargado de construir un monopolio de medios oficialistas que ha utilizado para sus propios intereses.
Con todo el poder económico, desde hace más de 17 años la dictadura orteguista ha comprado canales televisivos, radios y construido plataforma digitales que se han convertido en su batería de propaganda, encargados de adularlo.
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Los Canales Dos, Cuatro, Seis, Ocho, 13; las radios La Primerísima, Ya, Sandino; así como las plataformas digitales como El 19 Digital son algunas de las armas que Daniel Ortega ha utilizado para promover «la Nicaragua ideal» que ha querido vender ante la comunicad internacional.
Sin embargo, todos estos medios de comunicación, no solo proyectan «a un gobierno ideal» que no existe, sino que se han dedicado despotricar contra opositores, reos políticos, sacerdotes, periodistas, defensores de derechos humanos y activistas.
Ejemplo de las acciones arbitrarias de los medios gubernamentales es la exhibición de monseñor Álvarez, a quien la justicia orteguista tuvo secuestrado por más de un año.
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De igual manera fueron utilizados recientemente para exhibir al opositor Douglas Pérez, renacientemente extraditado por las autoridades de Costa Rica, donde estuvo exiliado.
Además, la batería propagandística de Ortega es utilizada para divulgar las notas de prensa de la administración Ortega-Murillo, donde ataca a la comunicad internacional y defiende a regímenes aliados como Cuba, Venezuela, Rusia y China.
El «trabajado» de medios oficialistas contra opositores
El periodista Víctor Manuel Pérez, director del medio de comunicación Intertextual, remarcó que los medios oficialistas fueron diseñados para lavarle la cara a la dictadura orteguista.
«Yo me atrevería a decir que estos son medios de propaganda porque no informan, no investigan, sino que solo divulgan lo que viene desde el Carmen —casa de los dictadores Ortega-Murillo—», afirmó el también miembro de la directiva de Periodistas y Comunicadores de Nicaragua (PCIN).
Además, lamentó que en Nicaragua la dictadura este utilizando todos los recursos del estado para distorsionar el periodismo de calidad «y minimizar a los mártires que hemos tenido por la lucha de la defensa del buen periodismo».
Por otra parte, Pérez cuestionó que ante una futura salida de la dictadura de Ortega qué pasaría con los medios de propaganda y sus comunicadores que han sido victimarios de los periodistas independientes.
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Asimismo subrayó que se debe de pensar en la formación de los futuros periodistas que se están formando en escuelas diseñadas a la medida del orteguismo.
Pese a la intención de la administración orteguista de distorsionar el trabajo de periodístico, a través de sus medios de propaganda, los periodistas independientes siguen informando desde el exilio o la clandestinidad.