Laureano Ortega, el «chigüín» que aspira a seguir con la dictadura de su padre

Laureano Ortega Murillo es hijo de los mandatarios nicaragüenses, Daniel Ortega y Rosario Murillo, el binomio de dictadores que se atornillaron al poder en diciembre de 2021, tras ganar sin competencia unas cuestionadas elecciones presidenciales, luego de encerrar en las cárceles del país a casi todos los aspirantes presidenciales.

Han pasado más de dos años de aquel fraude electoral —a criterio de opositores— y en los últimos meses todo hace pensar que Laureano, a quien solo se le conocía como cantante de opera, gastando millones de córdobas de los impuestos de los nicaragüenses en sus caprichos, será quien herede la silla presidencial en unas eventuales elecciones del 2026.

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En un claro ejemplo de nepotismo, en 2012, Laureano Ortega, de 41 años años, fue nombrado asesor presidencial para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional de la Presidencia de la República de Nicaragua.

Sin ser diplomático, el preferido de Daniel ortega ha asistido a misiones diplomáticas y ha firmado acuerdos bilaterales con países aliados del régimen sandinista, como Rusia y China, este último, con el que Nicaragua restableció relaciones, en 2021, tras romperlas con Taiwán; inclusive, ha sido la figura en la firma del tratado de Libre Comercio con el gigante asiático.

En reiteradas ocasiones, el canciller Denis Moncada Colindres ha sido relegado a solo asistir a eventos a Estados Unidos, pues es Laureano al que se le encarga dar la cara ante regímenes autoritarios, como el de sus padres; sin mencionar que hasta en las entregas de flotas de buses chinos, es el cantante de opera quien ha estado en esos actos.

¿Será Laureano el sucesor de Daniel Ortega?

A consideración del opositor e integrante del consejo político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) Héctor Mairena, las asignaciones de Laureano Ortega plantean la posibilidad que en el cirulo familiar de los Ortega-Murillo estén considerando el tema de la sucesión de Ortega.

Sin embargo, sostuvo que cree que Daniel Ortega se va a mantener «como cabeza de la dictadura hasta que le permitan sus condiciones biológicas, por lo que no veo que haya una sucesión inmediata».

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Por otro lado, Mairena afirmó que lo que se logra visualizar es que es la vicemandataria Rosario Murillo la que aspira a suceder a Ortega, pero advirtió que no se pueden subestimar la diferentes tareas asignadas a Laureano, de cara a las relaciones con China.

Además, señaló que «las asignaciones a Laureano deberían de darle vergüenza al canciller —Denis Moncada— porque está evidentemente sustituido por el hijo de los dictadores».

Sucesión de Ortega se debe de tomar muy en cuenta

Mientras que la abogada y analista política Alexa Zamora dijo que Ortega y Murillo vienen preparando el perfil de Laureano ortega «como uno de los más viables en este proyecto de sucesión dinástica que tienen la dictadura desde antes del 2018, cuando ya fungía como representante de los negocios del régimen a nivel internacional».

Recordó, además, que fue Laureano «el artífice o delegado de los acuerdos con empresas rusas o chinas, representando supuestamente a Nicaragua en estos espacio de intercambio comercial con estas potencias, dirigidas por autocracias, y ahora, a nivel internacional, se está pasando en la fase de promoverlo a nivel interno».

También subrayó que haber designado a Laureano como secretario general o jefe del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional, «tiene una connotación política indudable, en la que se le otorga la bendición o beneplácito para la sucesión que prepara la dictadura».

Zamora advirtió que el tema de quién sustituirá a Ortega se debe de seguir muy de cerca, «tomando como ejemplo a la dictaduras de Cuba y Venezuela, donde la muerte de un dictador no necesariamente significa una transición a la democracia, y es algo que la oposición tiene que tomar muy en cuenta».

Juan Sebastián Chamorro: «Apuesta arriesgada de poner a Laureano como sucesor»

Por su parte, el exaspirante presidencial y exreo político Juan Sebastián Chamorro refirió que «claramente la dictadura orteguista está haciendo un campaña de promoción de la figura de Laureano, como el ungido en una posible sucesión dinástica».

Chamorro explicó que el tema de proyectar al hijo de los dictadores nicaragüenses en temas económicos y particularmente en la relación de Nicaragua con China «puede salirle el tiro por la culata si estas promesas de megas proyectos no se materializan como el tratado canalero, que nunca llegó a nada».

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En referencia al trato de Libre Comercio con el país asiático, y que fue firmado por Laureano Ortega, el líder opositor dijo que si Daniel Ortega y Rosario Murillo no son capases de traer al país esas inversiones, «esto también le pasará la cuenta al chigüín».

«Veo que hay una apuesta bastante arriesgada por parte de ellos —Ortega y Murillo— de poner a su sexto hijo como sucesor y asignarle estos trabajos», agregó.

hizo hincapié, además, que la visión de Daniel Ortega es morirse en el poder, por lo que no cree que las elecciones del 2026 serán «un hito en el cual se traslade el poder a Rosario Murillo o a su hijo, pero creo que en todo caso la vicedictadora es la más interesada en hacerse del poder».

Desde el 2018 el régimen orteguista ha afianzado su nivel represivo en contra de los nicaragüenses, utilizando todos los poderes del Estado como los brazos represores, sin embargo, los años pasan y cada día se nota más el interés de Ortega de saber a quién de sus familiares les heredará el poder para seguir imponiéndose en Nicaragua.