Nicolás Maduro sacó del aire la señal del canal alemán Deutsche Welle (DW), por publicar un reportaje sobre la corrupción en el país caribeño. El mandatario llamó “nazi” a medio de comunicación público alemán y aseguró que propaga el odio.

Maduro, parece seguir el mismo camino que su par nicaragüense Daniel Ortega, que aplicó la misma receta a CNN en Español.

El régimen venezolano va en retroceso, tras dar algunas muestras de enmiendas, principalmente paraque Estados Unidos y otros países les suavicen las sanciones económicas.

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El Ministro de Comunicación e Información del Gobierno de Venezuela, Freddy Ñañez, anunció el lunes la expulsión del canal DW de todas las compañías de servicio de cable del país. Además, acusó al medio de “difundir contenido y promover el odio” contra la nación venezolana. La medida tuvo efecto inmediato.

DW responde

Por su parte, el medio alemán, en un video de poco más de un minuto, el medio alemán se refiere al informe del año pasado de Transparencia Internacional que ubica a Venezuela como el segundo país más corrupto del mundo.

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DW fue sacada de todas las cableras de Venezuela.

DW informa, además, que “políticos de alto rango participan en el Cartel de los Soles, una red criminal compuesta principalmente por militares”. “Trafican cocaína, oro minado ilegalmente y extorsionan. Los involucrados han hecho muchísimo dinero”, señala la cadena alemana en sus redes sociales.

Y agrega: “El Cartel de los Soles cuenta con el apoyo de alcaldes y gobernadores en regiones clave para el narcotráfico. No se sabe si Maduro juega un papel activo, pero el poder judicial está involucrado en el engranaje y tiende a ser permisivo con el Ejecutivo del presidente”.

DW una víctima más de Nicolas Maduro

El pasado mes de noviembre, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció que en Venezuela, “igual que por muchos años”, se mantiene el “constante y sistemático régimen de censura” que “genera autocensura entre los medios” independientes.

Según dijo entonces la SIP, en el país caribeño “al menos dos emisoras salen del aire cada mes” por orden del ente regulador del Estado, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), a cuyo “criterio discrecional” están sujetos medios televisivos y radiales.

“Los periodistas se ven asediados por el régimen, son acosados y amenazados cuando intentan cubrir protestas sociales o denuncian irregularidades y corrupción”, aseveró la SIP.