La Iglesia Católica tiene mucha “influencia” en la ciudadanía. Aun así, Daniel Ortega y Rosario Murillo, sabiendo que la Iglesia es un “poder”, durante cuatro períodos han mantenido una relación conflictiva con algunos cardenales, obispos y sacerdotes del país. Que han denunciado las injusticias y corrupción de la dictadura, sostuvieron expertos en temas religiosos bajo anonimato.A la par, el régimen sandinista conserva un constante galanteo con los religiosos, con el propósito de llevarlos a su redil.

Cabe mencionar que el Cardenal Miguel Obando y Bravo, arzobispo de Managua, se enfrentó al poder político-militar imperioso, de la dinastía somocista. Posteriormente, con el régimen orteguista.

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Sin embargo, en el año 1974, cuando se dio el asalto a la casa del funcionario somocista, José María Castillo, contó con la mediación del arzobispo capitalino y fueron puestos en libertad, los reos políticos sandinistas. Entre ellos, Daniel Ortega.

El Cardenal continuó su acción mediadora entre la dictadura y los sandinistas, en 1978, cuando se dio el asalto al Palacio Nacional, de un comando del FSLN. Igualmente, la dinastía le permitía visitar a los presos políticos en las cárceles.
El papa Karol Wojtila, Juan Pablo II, en el contexto de su lucha integral contra el “comunismo”, designó a monseñor Miguel Obando y Bravo cardenal en 1985.

El cardenal, aun gozando del apoyo del Papa, decidió servir como tercero entre la administración sandinista y la resistencia nicaragüenses, que luchó por años con las armas para sacar del poder a Daniel Ortega.

Cabe mencionar que Obando mantuvo posiciones críticas y vehementes contra Ortega en las elecciones de 1990, 1996 y 2001.
Lastimosamente el religioso buscó un acercamiento con Daniel Ortega.

El autócrata consiguió aproximarse al cardenal aprovechando que dos de sus allegados, Roberto Rivas, y monseñor Eddy Montenegro, fueron señalados por la Contraloría General de la República por los delitos de estafa y desvío de fondos. En 1981 Roberto Rivas, fue colocado por el cardenal, en el cargo de director de la Comisión de Promoción Arquidiocesana (Coprosa), una organización protectora de la iglesia.

El religioso dispuso salvar a Rivas a cualquier costo

La componenda Ortega- Cardenal Obando, dieron lugar a que el régimen suspendiera las imputaciones contra Rivas y monseñor Montenegro.

Roberto Rivas más tarde pagó los favores recibidos por la dictadura orteguista al dar lugar a los fraudes electorales que afianzaron en el poder a los Ortega- Murillo.

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También, dos años después, a propósito del el 25 aniversario de la Revolución Sandinista, Obando oficio una homilía en honor a los héroes y mártires del sandinismo. “Esa acción del cardenal, evidenció que el religioso había caído en las garras del orteguismo, sostienen expertos.

Inclusive, el cardenal emérito, unió en matrimonio a Daniel Ortega y con su par, Rosario Murillo el 3 de septiembre de 2005. Una especialista en temas contemplativos dijo a Darío Medios Internacional que Obando fue encantado por su propio engreimiento. El régimen lo colmó de prebendas y fogosidad pública de manera sistemática.

El 3 de junio de 2018 murió de causas naturales Miguel Obando Bravo, a la edad de 92 años y a sus exequias, ni siquiera asistió la pareja dictatorial.

Monseñor Leopoldo Brenes fue nombrado Cardenal en febrero 2014

El cardenal Brenes fue nombrado como Arzobispo de la Arquidiócesis de Managua en el año 2005 por el papa Juan Pablo II, en sustitución del cardenal Miguel Obando y Bravo, quien se retiró acorde con el derecho canónigo. Y el 22 de febrero de 2014, fue escogido cardenal de Nicaragua, por el Papa Francisco.

El cardenal Leopoldo Brenes mantuvo en sus primeros años como arzobispo y cardenal. Una actitud pasiva contra las violaciones de derechos humanos y corrupción del régimen sandinista. Y fue cuestionado por círculos políticos de recibir favores de Rosario Murillo, para tratar la salud de algunos familiares.

Mantuvo una posición miedosa ante los acontecimientos crueles de la dictadura antes de la rebelión de abril de 2018. Fue hasta que se originaron las protestas cívicas del pueblo de Nicaragua en contra del régimen, que asumió una posición consecuente con los sufrimientos del pueblo.

La iglesia desde entonces ha sido azotada por encabezar la resistencia social, cuando en 2018, la dictadura llevó a cabo crimines de lesa humanidad contra manifestantes cívicos.

Cardenal Brenes se puso al lado del pueblo en la rebelión de abril 2018

El Cardenal Leopoldo Brenes convocó al diálogo Nacional, a solicitud de la dictadura y participó en la liberación de los jóvenes atacados por paramilitares y policías en la Iglesia “Divina Misericordia”. Igualmente expuso su vida cuando viajó a Diriamba- Jinotepe junto con otros religiosos a resguardados a opositores que se encontraban secuestrados por policías y fanáticos del Orteguismo las iglesias.

Posteriormente con las capturas a sacerdotes, el cardenal junto con el resto de los obispos de la Conferencia Episcopal, guardó un profundo silencio y nunca se pronunció por el secuestro del obispo Rolando Álvarez, y por el exilio forzado del obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, ni contra de las capturas ilegales de los sacerdotes. Tampoco, ante destierros de clérigos.

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De la misma manera, se mantiene hermético, ante las prohibiciones y manoseos de la pareja despótica en contra de las tradiciones de fe del pueblo católico. Recientemente calificó a la prensa independiente de Nicaragua de mentirosa, porque demandó de él, y de la Conferencia Episcopal, una actitud firme ante los ataques que ha perpetrado la dictadura en contra de la Iglesia.

El cardenal Brenes pone a los pies de la dictadura a la Iglesia

Últimamente, en medio de la campaña de agresiones, confinaciones de sacerdote y obispos y laicos. Apareciò el cardenal Brenes, recibiendo complacientemente a la alcaldesa orteguista de Managua Reyna Rueda y del vice alcalde Enrique Armas.

Del mismo modo, la vicepresidente y vocera de la dictadura, Rosario Murillo, en su alocución con medios oficialistas, felicitó al Cardenal Brenes por su cumpleaños número 75.

Del mismo modo, haciendo halagos y reconocimientos del desempeño del cardenal. Además, refiriendo un supuesto entendimiento y buenas relaciones con el arzobispo, lo que le permitiría a los déspotas pretender tener una iglesia a sus pies, refirieron varios opositores a este medio de comunicación.

Incluso, el cardenal puso su renuncia ante el Papa Francisco, una petición deseada por la vicedictadora Rosario Murillo, que según fuentes ligadas al oficialismo, espera que el Pontífice acepte la renuncia del obispo Brenes.