La crisis migratoria que atraviesan los nicaragüenses está afectando las cosechas. Un ejemplo de ello, son los cocos que según comerciantes de la fruta en el país, incrementó cinco córdobas en esta temporada debido a la “escasez” por “falta de cortadores”.
“El coco está caro, subió cinco córdobas de un solo. Antes el coco con cáscara costaba 20 córdobas y el coco pelado lo vendíamos a 25, pero desde hace unas semanas, el valor del coco sin pelar cuesta 25 córdobas y el pelado cuesta 30”, explicó Ramón García, comerciante de frutas en el sector de El Novillo, en el mercado Oriental de Managua.
En los canastos de los comerciantes, se aprecia poca cantidad de esta fruta tropical. Los marchantes señalan que la escasez de coco, se debe a que los “cortadores” se han marchado de los pueblos y no hay quien los retire de las palmeras.
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“El coco que está entrando al mercado viene de Nueva Guinea y nos abastecen dos veces a la semana. Es buen coco, pero el alza también se debe a que no hay quien los corte, usted sabe que con esto de la falta de empleos y el parole humanitario, muchos se están yendo fuera en busca de una mejor calidad de vida”, expresó doña María González, quien también comercializa cocos en el mercado Oriental.
Coco en en temporada alta
Los comerciantes explicaron que temen un alza también en otros productos como el caso de las cajetas de coco y el almíbar, porque comúnmente este fruto tiene demanda, previo a la Semana Santa, cuando las familias se desbordan para comprarlos y preparar el tradicional alimento. “Las alzas no son buenas porque afectan las ventas”, señaló otro vendedor.
Debido a las altas temperaturas que en las últimas dos semanas afectan a los nicaragüenses, los comerciantes que ofrecen cocos en distintos semáforos de Managua, explican que hay un aumento en las ventas del agua de ese fruto. “Es posible que también suba”, advirtieron.
“Los golpes de calor que están afectando al país ha hecho que vendamos más bolsitas con agua de coco. Normalmente estoy vendiendo hasta 200 cocos en un día, pero eso sí, bien ajetreados. Si sube se me caen las ventas”, comparte Juana Lanuza, quien vende cocos en el sector de los semáforos del barrio Jonathan González, en Managua.
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“Vender más cocos significa que mejoramos el sustento de nuestras familias”, agrega la joven, mientras se tapa el rostro con una capucha para evitar que los rayos del sol propio de las 2:00 de la tarde, le sigan quemando la piel.
Migraciones masivas afectan
Un economista consultado al respecto sobre el impacto de la migración en las cosechas, advierte que la falta de mano de obra, podría impactar en otros cultivos de relevancia para la economía de Nicaragua.
“A partir del año 2020, vimos como los recolectores del café emigraron a Costa Rica en busca de una mejor paga. Muchos se fueron alentados en busca de una mejor calidad de vida porque en Nicaragua, la crisis de derechos humanos que se vive desde el 2018 y la llegada de pandemia, hizo que muchos negocios cerraran”, plantea el economista que solicitó el anonimato por estar dentro del país.
“Primero fue el café, hoy es el coco y ¿Mañana qué cultivo tendrá dificultades para cortarse? ¿Será la caña de azúcar?”, cuestionó el economista. De acuerdo con el experto, la falta de personas para el corte, recolección de cultivos y cosechas provocaría alzas que afectan la economía familiar. “Es una consecuencia de la falta de mano de obra”, dice.
“Esto ya se había advertido y lamentablemente ya lo estamos viviendo, Dios quiera que más cortadores, no se sigan yendo del país”, finaliza.