El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo negó el ingresó al país al presbítero Joel Ajuchan, párroco de la iglesia San José Obrero, perteneciente la Diócesis de en Granada, ubicada en la gran sultana.
La noticia de la nueva acción represiva de la dictadura orteguista la dio a conocer el psicólogo y exreo político nicaragüense Roger Martínez, a través de su cuenta de X (antes Twitter).
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Según el opositor, el sacerdote Joel Ajuchan, de origen guatemalteco, se encontraba fuera de Nicaragua, visitando a su familia, pero a su retorno, se le fue notificado la decisión de no dejarlo ingresar.
Además, señaló a un hombre de nombre Mario Rivas, a quien identifica como catequista del Camino Neocatecumenal, de estar «maquillando» la situación del religioso.
«El sapo arrastrado (…) anda diciendo que es por problemas de documentos de Guatemala que no puede regresar. La dictadura criminal sandinista y enemiga de la iglesia es la responsable», denunció el opositor.
Joel Ajuchan, segundo sacerdote de Granada obligado al destierro en 2024
Por su parte, la abogada e investigadora en temas religiosos Martha Patricia Molina dijo que esta es la segunda vez en lo que va del 2024 que un sacerdote de la Diócesis de Granada pasa al destierro de facto.
El caso al que se refiere la jurista es el del padre Juan Ramón Montalván Rodríguez, a quien, a inicios de este mes se le negó el ingreso al país, luego de regresar de España, de una misión pastoral.
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Montalván Rodríguez estaba a cargo de la parroquia San Andrés Apóstol, de Camoapa, en el departamento de Boaco; perteneciente a la Diócesis de Granada.
Sin embargo, estos dos religiosos no son los primeros a quien la dictadura de Nicaragua niega el ingreso al país, porque el viernes, 22 de diciembre del 2023, le negó la entrada al sacerdote Marlon Bodán, quien también pertenece ala Diócesis de Granada.
La acción represiva se dio luego de que el religioso supuestamente viajara a Costa Rica para acompañar a su padre quien padece de cáncer terminal.
Orto sacerdote, a quien no se le dejó ingresar a Nicaragua fue el padre Guillermo Blandón, párroco de la Iglesia Santa Lucía de Boaco.
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Blandón, miembro del clero de la Diócesis de Granada, regresaba a Nicaragua de un viaje a Israel e hizo escala en el aeropuerto de la ciudad de Miami, pero la aerolínea le informó que no podría abordar el vuelo por un «rechazo migratorio» de su propio país.
La agresión contra la Iglesia católica de Nicaragua se ha recrudecido desde el 2018, sumando una decena de religiosos desterrados u obligados al exilio, sumando el destierro, el pasado 14 de enero, de 19 religiosos, entre ellos monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, secuestrado por la justicia orteguista desde el cuatro de agosto del 2022.
