Nicaragua sigue en la lista negra de países que debido a la falta de un Poder Judicial independiente, ha obstaculizado la lucha contra la corrupción, así lo muestra el reciente informe de Transparency International, organización no gubernamental que promueve medidas contra los crímenes corporativos y la corrupción política en el ámbito internacional.

Solo por debajo de Venezuela (puntuación 13), Nicaragua, bajo la administración Ortega-Murillo, presenta la pésima puntuación de 17, con una impunidad generalizada y una total falta de independencia de la Judicial.

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Mientras que Guyana (puntuación del IPC: 40) y República Dominicana (35) han mejorado sus puntuaciones durante la última década; en tanto, Canadá (76) y Uruguay (73) están en la cima del ranking regional con controles y saldos más sólidos.

Otra de las situaciones que señala el informe es la falta de independencia del poder judicial, así como la corrupción e impunidad en América Latina y el Caribe, promoviendo de esta manera la corrupción y la influencia indebida de las elites políticas y económicas.

Lo anterior, según Transparencia Internacional, «hace que muchos sistemas de justicia en toda la región sean incapaces de aplicar la ley de manera efectiva, imparcial o de ejercer su función «como control de otras ramas del derecho, lo cual es fundamental para todas las democracias que funcionan bien».

Nicaragua, uno de los más corruptos de América Latina, según Transparencia Internacional
Nicaragua, uno de los más corruptos de América Latina, según Transparencia Internacional

Un ejemplo de cooptación extrema de jueces y fiscales por parte de las elites políticas, es Nicaragua, quien por encima de Guatemala (puesto 23) y El Salvador (puesto 31), el poder judicial de este país se ha convertido en una herramienta para consolidar una dictadura autoritaria.

Aunque refiere que recientemente en Guatemala y El Salvador, también se han utilizado al Poder Judicial para manipular procesos electorales, poniendo en riesgo la democracia.

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«La sensación de impunidad y la incapacidad de fiscales y jueces para proceder imparcialmente y garantizar juicios justos e igualdad ante la ley impacta significativamente la confianza pública en El juez. Esto, a su vez, desalienta la presentación de informes, ya que la institución se percibe como corrupta, poco confiable e insegura», subrayó Transparencia Internacional.

Además señaló que los más gravemente afectados son los grupos más pobres y vulnerables, como las mujeres, los pueblos indígenas, los afrodescendientes, las minorías sexuales y los inmigrantes. «Estos grupos a menudo experimentan discriminación cuando buscan justicia».

El camino que debe seguir Nicaragua y otros países en América Latina

Para encontrar una salida a los problemas de corrupción en América Latina, Transparencia Internacional enfatizó que los países peor evaluados necesitan un Poder Judicial más sólido e independiente para mejorar la justicia, abordar la impunidad y hacer frente al crecimiento de las redes de corrupción transnacional.

También aconsejó que los nombramientos y despidos de jueces y fiscales deben ser transparentes y basarse en la experiencia y el desempeño para evitar la interferencia de otras ramas del gobierno. 

El camino que debe seguir Nicaragua y otros países en América Latina
El camino que debe seguir Nicaragua y otros países en América Latina

«La incorporación de poderes judiciales fuertes e independientes en las Américas fomentará la esperanza de una sociedad más justa, poniendo fin a la impunidad de los malhechores y sirviendo al bien común», concluyó el informe.

El informe de Transparencia Internacional llega, efectuado en 2023, se realizó en un contexto en donde Nicaragua atraviesa su peor crisis en termino de violación de derechos humanos, utilizado al Poder Judicial para criminalizar a opositores, religiosos, activistas.

Con el aparato judicial a su favor, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene en prisión a más de 100 presos políticos, a los que niega liberar.