Brian Nichols, Secretario adjunto del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, afirmó que el régimen de Nicaragua sigue implementando una  política restrictiva y violatoria de los derechos humanos al  quitar la  nacionalidad a 94  nicaragüenses  exiliados políticos.

El alto funcionario de la Casa Blanca  dijo  a través de su cuenta de Twitter que la acometida de Daniel Ortega en contra de la oposición nicaragüense aparta al pueblo de la democracia que tiene bien merecida.

Las declaraciones de Brian Nichols, son  las primeras reacciones del gobierno de Estados Unidos ante la decisión de la dictadura de Ortega – Murillo de despojar de  la nacionalidad a noventa y cuatro personas exiliadas  políticas que salieron de Nicaragua para salvaguardar sus vidas.

La semana pasada el Secretario de Estado de los Estados Unidos Anthony Blinken, y el canciller orteguista  Denis Moncada, mantuvieron una reunión mediante una  llamada telefónica para conversar sobre un posible diálogo entre ambos países.

Las reacciones del diplomático estadounidense se añaden a la condena de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas en contra del régimen sandinista, por su ambición de pretender  ilegitimar el descontento  de decenas miles  de nicaragüenses que revelan las arbitrariedades de la dictadura y exigen el retorno de la democracia en el país.

“Causa preocupación la medida ilegal del régimen de Daniel Ortega de declarar traidores a la patria a 94 personas opositoras  sin  ningún proceso penal abierto y tampoco  sentencias firmes en  contra”, de los opositores  dice la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas.

La OACNUDH publicó en su cuenta de Twitter que es arbitrario  despojar  de su nacionalidad y patrimonio, y declararlas prófugas de la justicia” a nicaragüenses que se encuentran en el  exilio forzado por temor a perder sus vidas.

En la lista presentada por la justicia orteguista figuran opositores, defensores de Derechos Humanos, periodistas, religiosos, ambientalistas, exfuncionarios del gobierno y líderes sociales.

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“Condenamos  esta otra fase de violaciones a los DDHH y convocamos al Estado nicaragüense  a terminar de inmediato la persecución y represalia contra defensores de DDHH y voces discrepantes, y  se debe por parte del Estado nicaragüense  restituirles  todos sus derechos y libertades”, pidió el organismo Internacional de Derechos Humanos.

Por su parte, al menos 12  periodistas de medios de comunicación independientes despojados de su nacionalidad ratificaron su compromiso de seguir informando al conocer la nueva medida represiva de la dictadura de Daniel Ortega,  quien no ha podido imponer un apagón informativo a los periodistas independientes, ni al pueblo de Nicaragua.