Cuando Eduardo Montealegre, aspirante presidencial por la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), en 2006, cerró su campaña en Chinandega, escuché al sacerdote nicaragüense por primera vez pronunciar un vehemente discurso contra el absolutismo de Daniel Ortega.
“Llamo a los demócratas a cerrar filas en la unidad, y seleccionar una opción unidos en la democracia, justicia y paz de Nicaragua”. Esto marcó al padre Martínez Gamboa por su posición crítica al caudillo Daniel Ortega. Esta misma posición lo llevó a una contradicción con el obispo de la diócesis de León, que lo sacó de la diócesis y lo envió al exilio.
Tras pasar varios años en el exilio, regresó al país y pidió al Cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, que le asignara un templo para continuar su misión sacerdotal. Monseñor Brenes lo ubicó en la ermita Santa Martha.
El 30 de mayo de 2018, Nicaragua se movilizó para acompañar a las madres de más de 90 asesinados por la dictadura de los Ortega-Murillo en la Rebelión de abril, sin esperar que aquella “madre de todas las marchas” también fuera masacrada. La marcha terminó con un tiroteo, en el que se reportaron al menos ocho personas heridas en las inmediaciones de la Universidad Centroamericana (UCA).
Un discurso que animó a las y los nicaragüenses
Al finalizar la gigantesca actividad de apoyo a las madres de caídos, el sacerdote Enrique Benito Martínez Gamboa tomó el micrófono en las afueras de la Universidad Centroamericana (UCA) y pronunció un discurso que animó a los nicaragüenses a seguir la lucha por la democracia de Nicaragua. “Los nicaragüenses somos mayoría, tenemos un corazón limpio. No tenemos las manos manchadas de sangre. No se acobarden, no se acobarden. ¡Viva Nicaragua! ¡Fuera la pareja asesina!, ¡fuera los miserables asesinos!, ¡fuera, fuera, fuera!”, expresó enfáticamente el sacerdote.
En años anteriores, el sacerdote escribió varios artículos de opinión donde criticaba el totalitarismo de la dictadura y sus ataques contra la Iglesia Católica, que fueron divulgados por el Diario La Prensa de Nicaragua.
La dictadura de los Ortega-Murillo, por la posición crítica del canónigo Enrique Martínez Gamboa, dio la orden el 13 de octubre de 2022 de detener ilegalmente al cura. Una patrulla de antimotines ingresó por la fuerza a la casa del sacerdote de 64 años. Testigos afirman que los policías fieles a Ortega llegaron hasta el cuarto donde él estaba y rompieron a patadas la puerta. Destrozaron la puerta y lo sacaron a golpes y empujones, y lo subieron a la camioneta. También aseguraron que Martínez Gamboa dijo en varias ocasiones: “policías asesinos”, además gritó varias veces: “¡Viva Cristo Rey!”, “¡me llevan a la fuerza!”.
Su destierro
El padre Enrique Martínez Gamboa fue condenado y desterrado el nueve de enero de 2023 a Estados Unidos, junto a otros 221 presos políticos.
El digno y ejemplar obispo nicaragüense Rolando Álvarez fue galardonado el miércoles con el Premio Libertad 2024 del Instituto Republicano Internacional (IRI), en una ceremonia a la cual se hizo presente el sacerdote Benito Enrique Martínez, quien recibió el premio en nombre del religioso excarcelado y desterrado por el régimen de Ortega y Murillo.
La entrega del máximo reconocimiento tuvo lugar en Washington, al interior de uno de los edificios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Fueron los congresistas María Elvira Salazar y Joaquín Castro quienes recibieron al padre Martínez junto a miembros del Instituto Republicano Internacional.
“Estamos pendientes y unidos los demócratas y republicanos en el tema de Nicaragua, tratando siempre de buscar y mantener la democracia y la libertad en ese pueblo”, expresó Salazar a la prensa, donde también destacó los ataques que ha venido sufriendo la Iglesia Católica por parte de Ortega y Murillo desde la explosión social de 2018.