El joven nicaragüense William Castillo, de 22 años, se encuentra ingresado en la sala de Cuidados Intensivos del Ryder Trauma Center del Jackson Memorial Hospital de Miami, después de recibir 16 impactos de bala de manos de sujetos de identidad hasta ahora desconocida.
El connacional fue atacado cuando se trasladaba en una bicicleta a una gasolinera a comprar alimentos, el pasado lunes 6 de febrero, en el sector de la zona de la NW 10 Ave. Y Flager Street, en la Pequeña Habana de Miami, según información proporcionada por testigos a la Policía de Miami.
Rossana Padilla, tía de la víctima informó que un proyectil lesionó el cerebro a William y ahora se encuentra grave en la unidad asistencial de Miami.
Agregó que promueven una campaña para recaudar fondos en la plataforma Gofundme, con el propósito de colectar el dinero que necesitan para sufragar los gastos de atención y medicinas para el joven.
También expresó que su sobrino está en condiciones lamentables de salud, y que los médicos que le atienden en el hospital aseguran que es un milagro que aún esté vivo. “Todo el personal del hospital está trabajando día y noche para salvar la vida”, aseguró.
Padilla detalló que debido a que una bala se alojó en el cerebro del joven, el equipo de especialistas que lo atienden tiene pocas expectativas y no pueden avizorar cuál podría ser el desenlace del joven, por el momento sigue luchando por su vida, aseguró.
La progenitora de la víctima de apellido Castillo no puede laborar, dado que permanece las 24 horas del día cuidando de su hijo y elevando plegarias al creador para que su hijo perdure.
Mientras el padre del lesionado, William Josué Castillo, declaró a la Cadena de Televisión “Telemundo”, que desea saber quién o quiénes ejecutaron los disparos que tienen a su hijo grave en un hospital en Miami.
El padre de la víctima dijo que “Fueron 16 disparos, de ellos un proyectil impactó en la cabeza del joven y se proyectó detrás de los ojos y salió en el pómulo y el otro balazo fue en la manita”, indicó.
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Cristian Castillo emigró hace ocho meses de forma irregular a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida y desde entonces se encontraba trabajando y ayudando económicamente a su familia en Nicaragua, cuando ocurrió la desdicha.
Cuando el connacional salió de Nicaragua, hace ocho meses, dejó a un hijo de 11 meses de nacido y constantemente enviaba dinero a sus familiares para la manutención del niño.
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