Un número creciente de gobiernos y autoridades políticas fallan en su papel de garantizar un marco ejemplar para el ejercicio del periodismo y para el derecho de la ciudadanía a una información fiable, independiente y plural. Reporteros Sin Frontera observa un deterioro preocupante del apoyo y el respeto a la autonomía de los medios, así como un aumento de las presiones que ejercen los Estados u otros actores políticos sobre ellos.
Si bien 2024 es el mayor año electoral de la historia mundial, 2023 también fue el escenario de elecciones cruciales, especialmente en América Latina, donde accedieron al poder depredadores autoproclamados de la libertad de prensa y de la pluralidad de los medios, como Javier Milei en Argentina (66º, -26 puestos), quien, en un acto simbólico y preocupante, cerró la mayor agencia de noticias del país.
Entérate más: YA NO SE PUEDE COMER QUESO EN NICARAGUA, SU PRECIO ESTÁ POR “LAS NUBES”
Los periodos electorales van habitualmente acompañados de violencia contra los periodistas, como ha sido el caso en Nigeria (112º) y la República Democrática del Congo (123º). Mientras, las juntas militares que han tomado el poder en el Sahel, sobre todo en Níger (80º, -19 ), Burkina Faso (86º, -28) y Malí (114º, -1), no cesan de estrechar el cerco sobre los medios y de entorpecer el trabajo de los periodistas.
Muchos gobiernos ejercen un control cada vez más estrecho sobre las redes sociales e Internet: restringen el acceso, bloquean cuentas y borran mensajes con contenido informativo. En Vietnam (174º), los periodistas que se expresan en las redes sociales son encarcelados casi sistemáticamente. En China (172º), la mayor cárcel de periodistas del mundo, el gobierno sigue ejerciendo un control estricto sobre los canales de información, aplicando políticas de censura y vigilancia para regular los contenidos en Internet y limitar la difusión de informaciones consideradas sensibles o contrarias a la línea del partido.
Algunas formaciones políticas alimentan el odio y la desconfianza hacia los periodistas, insultándolos, desacreditándolos o amenazándolos. Otras, orquestan maniobras de control del ecosistema mediático, bien sea tomando posesión de los medios públicos o cooptando los privados mediante su adquisición por parte de empresarios afines.
Los peores y los mejores
El descenso generalizado del indicador político afecta también al trío que encabeza la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa. Noruega, que mantiene su primer puesto en el podio, registra una caída de su puntuación en este ámbito, mientras que Irlanda (8º), donde algunos partidos políticos han intimidado judicialmente a medios de comunicación, cede su puesto de líder de la Unión Europea a Dinamarca (2º), seguido de Suecia (3º).
En la cola de la clasificación, los países asiáticos como China, Vietnam y Corea del Norte pasan el testigo a tres países que han sufrido un fuerte desplome de su indicador político: Afganistán (-44 puestos en este apartado), que no cesa de reprimir el periodismo desde el regreso de los talibanes al poder; Siria (-8 puestos en el indicador político) y Eritrea (último país de la clasificación y último, también, en indicador político, -9 puestos). Estos dos países se han transformado en zonas sin ley para los medios, con un número récord de periodistas detenidos, desaparecidos o secuestrados.
Entérate más : JOVENCITA LE SACA BRILLO A LA VIDA
Las condiciones del periodismo se están degradando frente a una desinformación en pleno auge y a la censura de unos medios acusados falsamente de atentar contra la seguridad nacional o el terrorismo.
En la región de las Américas, la imposibilidad de los periodistas de cubrir historias relacionadas con el crimen organizado, la corrupción o el medio ambiente, por miedo a represalias, es un problema de primera magnitud. La proporción de países en situación “bastante buena” (amarillo) cae drásticamente, pasando de cerca del 36%, en 2023, al 21%, en 2024. Una de las mayores potencias económicas del mundo, Estados Unidos, pierde diez puestos.
En casi todos los países de América del Sur, la situación de la libertad de prensa es ahora “problemática”. Este deterioro se explica esencialmente por la llegada al poder de depredadores de la libertad de prensa, como Javier Milei en Argentina, y por la incapacidad de los gobiernos para frenar la violencia contra los periodistas. México sigue siendo el país sin guerra más peligroso para los reporteros: 37 periodistas han sido asesinados desde 2019.
En todas las regiones del mundo, las elecciones que están por venir hacen prever fuertes presiones sobre los periodistas.