El obispo de la diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando le fue otorgado el Premio Libertad Internacional 2024, que otorga la Asociación para la Participación de la Sociedad Civil Oviedo, España.
Monseñor Álvarez fue prisionero político de la dictadura de los Ortega- Murillo, entre agosto de 2023 y enero de 2024 y desterrado junto al obispo Isidora Mora y 17 sacerdotes a Roma.
En redes sociales, circulo la noticia, que será el sacerdote y ex prisionero del régimen sandinista, Enrique Martínez Gamboa, quien recibirá en representación del obispo, el premio.
Hay ciudadanos que están dentro y fuera de Nicaragua, se preguntan, ¿por qué?, ni siquiera le permiten al obispo Álvarez recibir los “Premios”, por su incansable lucha por la paz, justicia y libertad religiosa.
En ese sentido, Darío Medios Internacional consultó a dos opositores que se encuentran en el exilio quienes coincidieron que Papa Francisco, presuntamente ordenó a Monseñor Rolando Álvarez a permanecer en silencio.
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Aparente silencio de los obispos y sacerdotes exiliados es parte del acuerdo dictadura-Vaticano
Señalaron, el silencio de los obispos y sacerdotes nicaragüenses confinados y es aparentemente parte de los acuerdo entre el Vaticano y la dictadura de los Ortega- Murillo.
“Es lamentable, sobre todo porque quien guarda silencio, ante las injusticias, es “cómplice”. Además, los representantes del “Vaticano” no deberían permanecer en silencio, porque de lo contrario “estarían” al lado de una dictadura dura y cruel”, destacó uno de los activistas opositores bajo anonimato.
Igualmente, la abogada e investigadora Martha Patricia Molina, expresó al sitio digital “ Mesa Redonda”, que los obispos de Nicaragua han sido obligados a “un silencio doloroso” que no solo sufre el clero, también los fervientes.
“En Nicaragua “casi se predica en “silencio”, porque ha sido una acometida sin balance en la historia política del país, ratificó la experta.
Señaló que al presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), monseñor Carlos Enrique Herrera, se ha caracterizado históricamente, hablar en defensa del pueblo.
En el 2018, durante la operación limpieza en el barrio Sandino, el obispo Herrera, salió en medio de los tiros a recoger a los lesionados y los cadáveres de los jóvenes asesinados. Incluso, pidió por la Paz y que terminara la violencia, mantuvo.
Conferencia Episcopal de Nicaragua está “callada y desarticulada”
Determinó, que el Cardenal Leopoldo Brenes, era oído en sus llamados en la defensa de la gente agobiada. “Las voces de los patriarcas revelaban las injusticias y esas siguen”, mantuvo. La investigadora sostiene que los religiosos, han sido forzados a callar o ir a la cárcel.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua, el concilio de los obispos nicaragüenses se encuentra callada. Además incompleta, con tres obispos en el exilio y silenciados. Destacó, que hay religiosos que están orando en “silencio” y eso hay que respetarlo.
“Monseñor Herrera es un obispo cercano a su clero, los cuales lo miran como un amigo, padre y pastor, porque siempre su oído está preparados a escuchar. Son voces que el pueblo necesita oír”, ilustró la especialista.
Expuso que sus miedos son razonados. “Si un religioso habla, si considera, si denuncia, la dictadura de los Ortega- Murillo, les imputaría cualquier delito y condenarlo a muchos años de prisión. Este régimen, ha mostrado que es capaz de todo”, señala Molina. “Muchos sacerdotes, misioneros y laicos han sufrido persecución, amenazas y por eso han marchado del país, para evitar la cárcel”.
Obispo Álvarez ha sido premiado en dos ocasiones
Es la segunda vez que a monseñor Álvarez le conceden un premio, en noviembre pasado, cuando estaba en las ergástulas de la dictadura, le fue concedida la primer condecoración por parte de la Confederación de Religiosos y Religiosas (CONFER).
El obispo Álvarez, le correspondería recibir el Premio, el 29 de mayo de 2024, en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, en España, junto a otros galardonados. Sin embargo, no podrá asistir a recibir el laurel y será el sacerdote y confinado político de la dictadura, Enrique Martínez Gamboa, quien lo recibirá.
Los obispos Rolando Álvarez e Isidoro del Carmen Mora Ortega, dos seminaristas, 15 sacerdotes, para completar 19 religiosos de la Iglesia católica, fueron liberados por la dictadura sandinista en enero pasado y enviados a la Santa Sede. La excarcelación fue confirmada por el régimen.
Ante la comunidad internacional y el mundo los dos obispos, y los 17 clérigos fueron liberados como parte de un diálogo generoso, directo y sensato” con la Santa Sede, narrativa que ha mantenido la dictadura sandinista, sin embargo, el Canciller del Vaticano, arzobispo Paul Gallagher, comunicó que a la prensa independiente de Nicaragua, la liberación de los religiosos nicaragüenses “no fue fácil” para las autoridades de la Santa Sede.
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“Liberación de los religiosos nicaragüenses fue una “atadura” de la dictadura
El Arzobispo Gallagher reveló que el “diálogo franco” al que hace referencia la dictadura Ortega – Murillo, representa una “atadura” del régimen.
“La liberación de los religiosos parecía un hecho improbable, sin embargo, el exilio forzado fue el “medio” más abreviada que pudieron encontrar para sacar de las penitenciarías a todos los capellanes y obispos detenidos por motivaciones políticas”, expresó el alto funcionario diplomático del Vaticano.
A la par, la arquidiócesis de Managua solo supo decir que “los caminos del Señor son tan diferentes a los nuestros y en determinadas situaciones nos pide una respuesta”.