El largo brazo de la justicia de Colombia, por fin atrapó a un asesino de ese país quien pasó 30 años escondido en Brasil, después de ser acusado y condenado por la crimen en contra de una joven colombiana de 18 años, en diciembre de 1994. Este jueves llegó extraditado para enfrentar los cargos imputados.

Y es que la perseverancia, la tenacidad, la inquebrantable misión y la sed de justicia de un padre, al fin logró sus resultados. Así fue la lucha de Martín Mestre, padre de Nancy Mestre, quien fue violada y asesinada por su entonces novio Jaime Saade.

Directo a la justicia por crimen

De aquel muchacho simpático de cabello negro, con cara fresca, que salía retratado en los diarios de la época, como prófugo de la justicia colombiana, ahora se ve con el pelo cano, cabizbajo, ojos apagados, llegando esposado al aeropuerto internacional de Bogotá y escoltado por funcionarios de migración.

Jaime Saade, que incluso se había cambiado el nombre a Henrique Dos Santos Adbala, estuvo escondido por tres décadas en Brasil, llegó en un vuelo comercial, cumplió con los procesos migratorios y luego fue dejado en manos de las autoridades, para que responda por una condena de 27 años de prisión por el asesinato de Nancy Mariana Mestre.

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El asesino de Nancy pasó 30 años con una vida cotidiana en Brasil

“Regresá antes de las 3 am”, fueron las últimas palabras de don Martín a su hija la noche del 31 de diciembre de 1993, mientras salía de su casa, a la vez que le recomendó a Saade, el novio de su hija: “Cuídala bien”. Luego se marcharon para no volverla a ver con vida, sin saber que ese día se cometería el crimen en contra de la joven.

La chica aspiraba a ser diplomática y estudiar en los Estados Unidos, se caracterizaba por ser una joven muy jovial, alegre, aplicada en sus estudios y le gustaba leer mucho porque quería ser abogada internacional, pero un disparo en la cabeza la truncaron esos sueños.

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El muchacho de aquel entonces defraudó la confianza de su novia y su familia.

Era la noche del 31 de diciembre de 1993, Nancy, su padre, madre y su hermano brindaron y festejaron por el año nuevo que estaba entrando. Poco después llegó Saade a la casa, y la muchacha pidió permiso a su padre para seguir celebrando con su novio afuera, el padre asintió y en ese momento se despidió de su hija.

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Al día siguiente Martín se percató que su hija no había llegado a casa, enseguida la buscó desesperadamente en varias discotecas, hasta que la halló en una clínica, con un disparo en la cabeza. Ella estuvo en coma por ocho días, hasta que falleció.

En tanto el novio desde ese día despareció de Colombia para escapar a Brasil. El seguimiento y búsqueda imparable del progenitor de la víctima hizo que se localizara y extraditara al asesino, quien en 1996 fue acusado y condenado en ausencia a 27 años de prisión por haber abusado sexualmente y luego haber cometido el crimen contra Mestre.

Ahora, en 2024, tanto Nancy como su familia al fin tendrán justicia luego de tres décadas después de su incasable lucha por justicia por crimen que estaba impune .