Para la nicaragüense Iris Barrera, no existen barreras cuando tiene el deseo de triunfar y salir adelante, pues recientemente culminó sus estudios de inglés y se destacó como la mejor estudiante de uno de los cursos que impartió la Universidad Paulo Freire en Costa Rica, desde donde se encuentra exiliada desde hace seis años.

Esta joven de 28 años, originaria de la ciudad de Matagalpa es parte de los 45 estudiantes graduados el pasado 11 de mayo de cuatro cursos diferentes de la UPF para migrantes nicaragüenses en Costa Rica.

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La joven matagalpina se destacó en sus estudios

No se amilanó

“Para entrar a la universidad uno necesita cierta base de inglés. A mí se me tornó difícil y en ese momento yo me doy cuenta del curso de la Universidad Paulo Freire, y dije: ‘necesito entrar a ese curso, necesito que me den la oportunidad…’, me dieron la oportunidad, la aproveché y gracias a este curso me pude nivelar, eso fue realmente muy importante para mí”, dijo la joven entusiasta al medio digital de Matagalpa, Mosaico.

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Esta joven estudiante se exilió en Costa Rica en agosto de 2018, porque participó de las protestas cívicas que se organizaban en Matagalpa, y el temor de ser apresada la obligó a dejar su tierra y su trabajo. En su ciudad ella se desempeñaba como supervisora en dos hoteles y una vez fuera del país se puso como meta seguir estudiando para poder superarse y alcanzar muchas metas, tal y como lo está logrando.

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El curso lo logró sacar de forma virtual.

Quiere ser profesora de inglés

Sus grandes deseos de superación buscó la opción ya en suelo del país vecino por estudiar la carrera de Enseñanza del inglés, carrera que, considera, le permitiría desempeñarse en un trabajo como docente de manera privada o en un instituto o colegio de Costa Rica y la oportunidad la encontró en esta casa de estudios superiores.

De entrada había algunos obstáculos para estudiar en esta universidad, en el sentido de la distancia, puesta la muchacha matagalpina habita en la provincia de Guanacaste, bastante lejos de la capital costarricense, esta zona se ubicada en el norte de Costa Rica, el viaje hacia San José, donde se brindaban los cursos de manera presencial, le resultaba bastante costoso en cuestión de tiempo y dinero. Pero no todo estaba perdido, pues en esta casa de estudio tambien se podría llevar los cursos de forma virtual, y esa fue la mejor opción que tuvo para lograr cumplir su sueño y destacarse de entre sus compañeros.

La situación de un exilio forzado no es fácil para cualquier ser humano, pero es el momento de no desfallecer y echar la ganas a salir adelante, como lo sabe muy bien Barrera, por eso ella insta a los jóvenes migrantes a que traten de organizar su tiempo para poder sacarle provecho a oportunidades como esta. “Yo sé que el exilio es difícil, sí, hay que buscar el pan de cada día, pero también busquemos como crear oportunidades a futuro”, aconsejó la matagalpina.