Ese ocho de febrero del 2023 dentro de las celdas de máxima seguridad del “infiernillo”, Kevin Solís nunca imaginó que el 25 de julio iba a ser juramentado como ciudadano español y que el 13 de noviembre estaría haciendo trámites para sacar su pasaporte de dicha nacionalidad; esto, luego de ser expulsado y quitada su nacionalidad nicaragüense junto a 221 personas presas políticas más por órdenes del régimen de la familia Ortega-Murillo.

“Cuando nosotros aterrizamos en Washington el cónsul general de España llegó y dijo que ese país nos ofrecía la nacionalidad, entonces mi pareja y yo la tomamos inmediatamente, aceptamos porque la principal meta de nosotros es terminar nuestros estudios y acá en Estados Unidos es muy difícil, o sea, hay mucha gente que lo ha logrado y mi respeto admiración para ellos, pero es muy difícil porque son dos años más de estudios y el inglés tenés que tener el dominio total al escribirlo y hablarlo y para mi es complicado”, señaló Kevin Solís.

El país europeo (España), en el proceso le concedió de manera inmediata la nacionalidad, contrario a Estados Unidos que primeramente pedía algunos trámites burocráticos para conceder en primer lugar la residencia y luego de años, optar a la nacionalización del país, razón por la cual el joven ciudadano nicaragüense decidió tomar la oferta del cónsul español.

Un proceso sencillo y efectivo

Kevin Solís de 24 años relata que el proceso fue sencillo y que su primer paso fue enviar un correo con una carta y un formulario que le facilitaron las mismas autoridades y posterior a esto, esos mismos documentos fueron enviados cuatro meses después para continuar el proceso.

“A mí me notificaron que se acababa de aceptar mi nacionalidad. Me la acaban de otorgar, la juramentación la hice el 25 de julio de este año el trámite fue súper agilizado, es súper fácil de entender, no tenés que tener un montón de papeleo ir de un lugar a otro para ver qué pasa, lo que es parte de una demostración de la solidaridad del gobierno de España con nosotros los apátridas”, expresó.

Hasta mayo 2023, el gobierno de España había otorgado al menos a 46 nicaragüenses la ciudadanía del país vasco, de los 316 que en febrero pasado habrían sido dejado sin nacionalidad por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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Recuerdos de una larga madrugada

Nueve meses han transcurrido desde los hechos que marcaron un antes y un después en su vida. Las secuelas dentro de las mazmorras orteguitas permanecen muy dentro y las imágenes las mantiene tan frescas en su reluciente y joven mente que según él, parece una película proyectada en sus ojos.

“Lo recuerdo como si fuera ayer (…) me dormí tipo 10 de la noche y de pronto solo escucho, cómo sueltan la puerta y la abren y entran como 10 guardia y me dicen que tenía que alistarme y agarrar mis cosas que iba de traslado como las 11:30 de la noche, me llevaron a los módulos donde mataron a Eddy Montes y luego me montaron a un micro bus”, recordó el joven ex atrincherado de la UNAN-Managua.

Recordó Kevin Solís con voz entre cortada que cuando estuvieron a un kilómetro antes del aeropuerto “exactamente por la Agraria”, lo primero que imaginó fue “como me va a venir a ver mi mamá aquí”, pensando que lo llevarían a alguna “celda clandestina” de la Fuerza Aérea.

Sin embargo, la situación cambió su semblante y preocupación, puesto que, al llegar a las instalaciones de la fuerza aérea, observó a personas de migración al igual que un representante de la Embajada de los Estados Unidos en Nicaragua, quien le entregó su pasaporte y la aseguró que “nada más le volvería a pasar”.

“Al llegar a Washington pensé que estaba en una situación bien compleja. Por otro lado, muchos de mis compañeros traían muchos traumas psicológicos, estaban sin papel alguno que demuestre lo que han hecho, no teníamos nada. En este vuelo venían muchas personas preparadas y te mandan a un país con un permiso laboral tomando a trabajar estudiar y sin un estatus migratorio, pero gracias a dios entre la confusión, nos recibieron de una buena forma” finalizó Kevin Solís..