Se dice que el amor de una madre es infinito, y también se alega que nadie está preparado para la muerte. Sobre todo, si la muerte se lleva a esa madre sin que sus hijos, sean niños o adultos pudieran despedirse de ella, peor aún si la razón de ello se deba a un asesinato.
Es lo que ocurrió a esta familia costarricense, que vive sumida en el dolor luego que la joven Kimberly Araya de 33 años y madre de tres niños de tres, nueve y once años fuese reportada como desaparecida el 18 de abril y que ayer viernes 26 se halló su cuerpo en un precipicio.
Fue así que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) halló el cuerpo Kimberly Araya Granados, quien tenía una semana de habérsele perdido el rastro.
Su cuerpo fue localizado en un abismo de unos 20 metros sobre la Ruta 32, cerca del túnel Zurquí.
La mamá de la joven se hizo presente en el lugar bajo resguardo de la Fuerza Pública, conversó con el director del OIJ e identificó el cuerpo de su hija antes de que las autoridades ofrecieran un informe oficial. Fueron momentos de horror y a la vez de resignación al saber que la angustia de la búsqueda había terminado, aunque de una manera lamentable.
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Según las autoridades, las prendas de vestir que tenía el cuerpo ayudaron a determinar que se trataba de la mujer, quien tenía un pantalón gris de broches y una blusa verde, misma ropa que ella llevaba el día de su desaparición.
En tanto, serán los exámenes forenses quienes develen la forma en cómo fue asesinada.
“Hijos sin su madre y padre señalado como sospechoso del crimen”
En el desarrollo de la investigación, autoridades revelaron que existen imágenes de cámaras que lograron grabar el auto del esposo, principal sospechoso de haberla asesinado y que permanece detenido, manejaba casi a la misma hora por la zona del macabro hallazgo, no una, sino dos veces como tratando de asegurarse que todo estuviese bajo control.
Por el momento, los hijos de Kimberly Araya quedaron bajo tutela del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Se trata de tres menores quienes están recibiendo ayuda psicológica por parte del PANI tras la situación difícil que han vivido en los últimos días.
Las pesquisas arrojaron que la persona que mató a Kimberly, tiró su cuerpo en el Zurquí y regresó horas después para confirmar que el cadáver no fuese descubierto, pero fue gracias a la técnica canina que se logró rastrear a la mujer.
Además, se decomisó el carro del esposo de apellido Pérez, quien permanece detenido y bajo investigación y cuyo abogado insiste en que es inocente y lloró al enterarse del descubrimiento de su esposa.
“Hemos documentado una serie de evidencias para poder determinar que, en apariencia, esta persona (su esposo) es el responsable de dar muerte a Kimberly”, dijo Randal Zúñiga, director de la OIJ.
Se espera que la audiencia del sospechoso del crimen se lleve a cabo el sábado 27 de abril.
Al menos 14 mujeres han sido asesinadas en Costa Rica en lo que va de 2024. El caso de Kimberly es el más reciente que se suma a esta lista deshonrosa.