A 17 años de la intoxicación por metanol en León, sobrevivientes recuerdan la tragedia

Mariano Sevilla Ramírez (nombre ficticio), es sobreviviente de la masiva intoxicación por licor adulterado con metanol en la ciudad de León, en el año 2006.

Mariano cuenta que fue con unos amigos a una cantina leonesa a tomar guaro lija (alcohol extraído). Se tomaron varios tragos y a los pocos minutos, los tres empezaron a tener ardor en los ojos, dolor intenso de cabeza, debilidad en el cuerpo, náuseas y vómitos y padecimientos gastrointestinales.

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“Al transcurrir las horas íbamos perdiendo visión y las molestias no cesaban”, mantuvo.

Detalló que buenos samaritanos lo llevaron a él y dos amigos, al hospital Oscar Danilo Rosales. Ahí nos dimos cuenta que estamos frente a una intoxicación, por licor adulterado, enfatizó.

Determinó que lo más triste es que sus dos compañeros expiraron y a él, le tocó pasar varios días hospitalizado, hasta que lograron estabilizar, pero lo embargó el dolor de la pérdida de sus amigos.

Hospital de León fue atiborrado de envenenados por metanol con agua

Señaló que las salas del hospital estaban llenas, incluso, emergencia.  Los médicos trabajan sin horarios y empezaron a llegar tantos pacientes, que no había espacio para situarlos.

“Cuando murieron varias de las personas que estaban en el mismo cuarto junto conmigo, solo me pregunté, ¿si era el próximo?”, declaró.

Estableció que miro llegar al hospital leonés, decenas de envenenados por metanol, “estoy vivo de milagros”, esos síntomas fueron “pavorosos”, sentí la muerte de cerca”, sostiene.

Por su parte La Policía, el Instituto de Medicina Legal, (IMLN), el ayuntamiento y otras instituciones, confirmaron mediante pruebas que el licor estaba mezclado con metanol.

El metanol, una sustancia que provoca ceguera, daños a los órganos del cuerpo humano y por consiguiente la muerte, manifestaron galenos en ese contexto.

Ministra de Salud declaró estado de emergencia por intoxicación

“Tenemos intoxicación por metanol, es decir que lo están vendiendo como alcohol, es “veneno”, expresó a medios locales e internacionales, la entonces ministra de Salud nicaragüense, Margarita Gurdián.

Vijil decretó estado de emergencia, tras los primeros fallecimientos y la llegada de decenas de intoxicados a la unidad asistencial.

Agentes de la Policía confiscaron miles de litros de alcohol, tratando de detener la contaminación.

La comercialización de alcohol destilado era una forma casera popular en Nicaragua, para esa época.  Más acentuada   en las áreas rurales y personas de escasos ingresos económicos.

En esa fecha, Un litro guaro lijón, contaba menos de US$1, algo accesible a los tomadores consuetudinarios, en comparación con el ron o la cerveza.

“Eso fue un crimen colectivo, alguien tiene que pagar con cárcel, repetían ciudadanos leoneses conmovidos ante la desgracia.

Desdicha dejó 974 intoxicados y 55 personas muertas.

La emergencia duró 15 días con 974 personas envenenadas, de ellas, murieron 55; 15 quedaron ciegas y 12 con padecimientos renales, informó oficialmente el Minsa.

Estableció, que el 53 por ciento de los afectados, procedían del sector obrero, un seis por ciento de profesionales, asimismo un 27 por ciento desempleados y el 17 por ciento enfermos alcohólicos.

El producto comercializado fue una mezcla de metanol con licor y se vendió a granel en bares y cantinas en la ciudad, afirmó la Policía.

La titular del Minsa en ese período dio a conocer que la letalidad fue de 6 por ciento y que el noventa por ciento de las pruebas aplicadas, resultaron positivas.

Secuelas son devastadoras

Las perturbaciones visuales fueron devastadoras, seguido de cefalea aguda, afecciones estomacales, dolor y agotamiento muscular. Los más perjudicados oscilaron entre las edades de 20 y 39 años, precisó el Minsa.

Siete de los nueve acusados por la venta de aguardiente mezclado con metanol, que dejó en septiembre 50 muertos y más de 900 intoxicados en la ciudad colonial, fueron condenados con penas que van desde los tres hasta 30 años de cárcel, informó la portavoz de la Circunscripción Occidente de la CSJ, Carla Cuadra.

La juez segunda penal de León, Aleyda García, leyó la sentencia que condenó a siete personas con penas que van de tres hasta 30 años de prisión, por los delitos de atentar contra la salud pública, robo con fuerza y asociación e instigación para delinquir, mantuvo Cuadra.

Siete personas fueron condenadas a 32 años de cárcel

El principal acusado en el caso fue José Ángel Rodríguez, conocido como “Changuelo”, condenado a 32 años de prisión, de los que cumplirá 30 por ser esta la pena máxima permitida en Nicaragua, informaron medios locales.

Otros sentenciados fueron Martín Pereira O’Connor, Marcia Lorena O’Connor y Reynaldo Edwin O’Connor, que se asociaron con Lucio Manuel Caballero, propietario de una finca ubicada en la comarca El Pellizco en Chichigalpa, 97 kilómetros al occidente de Managua, para realizar el delito.

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Cuadra informó en ese entonces, que “Changuelo” no pudo escuchar la condena, debido a que se encontraba en un hospital, después que ingirió cloro blanqueador, “supuestamente de modo accidental”.

Tras una ágil investigación policial que contuvo a 500 oficiales, la Policía ultimó que un grupo liderado por “Changuelo” se coaligaron para robar un cargamento de metanol procedente de Estados Unidos para una empresa química que lo utilizará para elaborar resina.

Primero adulteraron y multiplicaron 9 barriles combinándolos con agua para venderlos como aguardiente. Las primeras muertes comenzaron el 2 de septiembre.