Escuchar cantar aquellos boleros, a Marina Cárdenas, “La gordita de oro”, era conectarse con el género musical romántica del siglo XX. Ella, fue un referente de la música nicaragüense.
Su nombre, Emma Marina Baltodano Espinales, nombre de bautismo, aunque le llamaban afectuosamente “La “gordita de oro”, por su calidad interpretativa y por su corpulencia física.
Ella, como solista, era suficiente para deleitar en los escenarios a decenas de miles de nicaragüenses, que concurrieron a sus presentaciones en todo el territorio Nacional.
Cuando oímos cantar a Marina, nos entrelazamos con aquellos tiempos de noviazgo, de pareja, de amor y de aventuras tiernas, dijeron a DaríoMedio Internacional, varios nicaragüenses consultados vía telefónica por este medio de comunicación.
Eran tiempos mozo, nos gustaba sentir las interpretaciones de Marina Cárdenas, en los programas musicales en la televisión Nacional, aseguraron hombres y mujeres que todavía sobreviven a los años setenta y ochenta.
Emma, descendió de una familia humilde. Vivió la pobreza como toda familia de escasos recursos económicos, aunque desde joven sintió la pasión por el canto, sobre todo al tener una voz privilegiada, recia y sonora.
En los años sesenta, setenta y ochenta, interpretaba canciones románticas, que enlazaban al público con las emociones.
Resultaba agradables a los oídos del público, oír a “Marina Cárdenas”, con aquella preciosa voz e impresionante, recalcaron nuestros entrevistados.
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Marina Cárdenas nació en barrio marginal de Managua
Emma Baltodano Espinales, “Marina Cárdenas”, este último, su nombre artístico, nació en el barrio La Tejera de la ciudad de Managua, el 26 de diciembre de 1946 y falleció el 31 de octubre de 2014.
Realizó estudios de primaria en el Colegio “Evita Perón”, pronto se dedicó a la actividad comercial.
Posterior al terremoto de Managua en el año 1972, puso una pulpería, pocos meses después, inicio su excelente carrera artística.
Según historiadores de la capital, cuando el terremoto del 72, Marina Cárdenas supuestamente se encontraba en el club “Versalles”, contando chistes, oportunamente resultó ilesa.
La “gordita de oro”, recibió más de 400 distinciones durante sus más de 48 años de vida artística. La bautizaron con el apodo de “gordita de Oro”, Varios capitalinos aseguran que fue Luís Méndez de la Rocha y Gustavo Latino, en el año 1967, que le pusieron el apodo, a Emma, “La Gordita de Oro”, con el cual fue reconocida en el mundo artístico. Marina Cárdenas aseguró en una entrevista a un medio de comunicación, que le gustaba que la llamaran “gordita de oro”.
“Las gorditas somos dotadas de hermosura, son lindas, “no te digo que la mía sea bella”, la gente ve a uno las cualidades y defectos”, destacó la estrella de la música romántica.
Emma, fue comadre del cantautor Carlos Mejía Godoy a quien le dedicó la canción, “La minifalda”.
En producciones de televisión grabó el teman musical “La gloria eres tú” y en el año 2013, publicó el álbum “El Loco” y en abril de 2014 el disco “Vivamos nuestro amor”.
Compartió escenarios con Daniel Santos, María Luisa Landin, los Hermanos Rigual y Orlando Beltrán Ruiz y El negrito del Batey.
Se dio a conocer como cantora en programas musicales en 1970
No realizó ninguna gira internacional, fue “profeta” en su tierra, como ella, lo repetía en sus presentaciones nacionales.
Marina Cárdenas surgió a la vida musical cuando se dio a conocer como cantante en Radio Mundial, también en Café de Artista, programas que se desarrollaron en el año 1970.
La cantante nicaragüense, dueña de una encantadora voz, fue objeto de exuberantes enaltecimientos por parte de artistas y seguidores.
“No vamos a volver a tener en 300 años, a otra cantora como Marina, expresaron promotores culturales de la época.
Marina Cárdena, una mujer cariñosa y cordial, sin embargo, la derribó una depresión, tras la muerte de su madre Victoria Espinales. Enferma de hipertensión arterial y de neumonía, expiró en su casa ubicada en el barrio “Los Ángeles de Managua” el viernes 31 de octubre de 2014.
Fue sepultada en el sepulcro donde descasan los restos de progenitora, en el Cementerio General de Managua, tras recibir, un homenaje póstumo; organizado por la Asociación de Artistas de Nicaragua; donde muchos virtuosos llegaron a darle el último adiós.
Marina, recibió importantes distinciones
La “gordita de oro”, recibió “medalla a la Excelencia Artística” concedida por el Ministerio de Cultura de Nicaragua. Orden de la Excelencia Cultural Salvador Cardenal Argüello, cedida por el concejo municipal de Managua.
Declarada “Hija Dilecta” de Managua de manera póstumo, por el gobierno municipal de Managua.
Marina Cárdenas, al igual y otros músicos, dedicaron lo mejor de su música a través de los años, serán recordados por todas las generaciones. Porque su canto, composiciones y su talento, viven en la gratitud de los nicaragüenses.
“Honor y gloria al talento nacional!