¿Qué ha hecho la oposición durante casi seis años? Activistas políticos hablan al respecto

Ha transcurrido casi seis años desde que la dictadura familiar de Daniel Ortega y Rosario Murillo retiró en 2018 una máscara que desde 2007 traían puesta. Facciones opositoras convergieron en un intento de unidad o “alianza” la cual falló desde un principio por intereses de grupos económicos y políticos que sabotearon la intención.

La socióloga y activista feminista María Teresa Blandón opina que a pesar de la política de todas las políticas de “venganza y castigo” que el ejecutivo ha implementado contra los grupos opositores y las organizaciones de la sociedad civil que convergen en algún movimiento político, estos siguen manteniendo la incidencia a nivel internacional.

“La denuncia a nivel internacional y la incidencia para que la comunidad internacional vuelva los ojos hacia Nicaragua y respalden nuestros legítimos reclamos de libertad, son méritos muy importantes, no es lo mismo ser oposición en democracia que ser oposición en dictadura”, advirtió Blandón.

Con lo segundo, la socióloga se refiere existe una cuota de sacrificio que constantemente se ha puesto para demostrar “coraje” y convicción con los principios democráticos leales a la libertad. Así mismo, sostuvo que uno de las labores más importantes que se reconocen es la persistente incidencia a nivel internacional.

Además, enmarcó el hecho que varios organismos desde el exilio han seguido invirtiendo en materia educativa de “mujeres y hombres en valores democráticos porque para defender la democracia pues necesitamos ciudadanos y ciudadanas dotados y comprometidos con esos valores democráticos”.

¿Qué ha fallado?

No obstante, la opositora política reconoció que lo que falló en primera instancia fue el creer que la dictadura podía llegar a algún acuerdo “civilizado y cívico” para acercarse a elecciones democráticas.

“Nos equivocamos, el régimen no estaba dispuesto a ningún tipo de salida cívica, al contrario, su apuesta era la que ha sido invariablemente recurrir a la violencia de Estado para prolongar digamos su estancia en el poder”, añadió Blandón.

Por último, la activista expresó que uno de los errores más relevantes a reconocer consiste en las discrepancias por el sectarismo político con el cual algunos “liderazgos” partidarios sostenían sus políticas. Entre estos se destaca con fuerza, discursos de intolerancia a la diversidad de personas y de pensamiento en ese momento.

En conclusión, la opositora cree que a estas alturas ya existe una conciencia más clara de lo esencial que es construir una alianza “solida” entre los sectores tanto de la sociedad civil como los movimientos políticos ya que ambos sectores “juegan un papel muy importante para continuar incidiendo y denunciando la violación a los derechos humanos”.

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Grandes avances pese a divisiones

Por su parte, el abogado Juan Diego Barberena, considera que hoy en día la oposición ha logrado avanzar en sos puntos en común que planteaba María Teresa Blandón con anterioridad y que a pesar de las divisiones durante los últimos cinco años, se han logrado presentar como un grupo “cohesionado”, lo que se podría interpretar como: “Una nueva cara”.

“Hemos logrado establecer una vocería clara del principal proceso concertación denominado, Monte Verde pero creo que todavía hace falta no es suficiente. Necesitamos concretar acuerdo con otros espacios políticos importantes y que tienen representatividad, con los que ha habido acercamientos importantes”, declaró.

En cuanto a la pregunta ¿Qué está haciendo la oposición ahora? Barberena señala que se continúa trabajando con liderazgos internos en Nicaragua continúa organizando resistencia de múltiples maneras y de forma silenciosa.

El también miembro de la agrupación Monter Verde, señala que se está trabajando en una ruta para sacar a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo del poder y que esperan que en “el futuro inmediato”, es decir, el primer trimestre de 2024 logre alcanzar un acuerdo sobre una estrategia que “revelaran a su tiempo”.