El drama económico-social que viven decenas de miles de familias nicaragüenses a consecuencia del desempleo galopante, es una dolorosa tragedia, según líderes comunitarios desde el anonimato.
Determinaron que la falta de atención de las autoridades edilicias del país y del propio régimen a los sectores empobrecidos los ha conllevado a vivir en pobreza extrema.
Es el caso de Antonia Acosta Castellón, una sencilla dama que era oriunda del reparto Santa Lucía de la ciudad de León, que no tenía nada de alimentos para dar de comer a sus hijos. Decidió ir en busca de unos cuantos pescados a una presa cercana, sin imaginar que encontraría la muerte.
Dolorosamente la fémina de 28 años fue encontrada muerta dentro de la denominada poza el “Clavo”, ubicada en los alrededores del reparto Santa Lucía.
A la comunidad le correspondió buscar el ataúd y poner los recursos financieros para sepultar a la humilde joven, que murió con su estómago vacío y con la esperanza de llevar comida a su casa.
Dictadura sandinista abandonó a las familias pobres, dicen opositores
Sin embargo la dictadura de Daniel Ortega indica que el país está desarrollándose económicamente y que las familias viven en tranquilidad.
“Lo que olvida es que muchas lugareñas pobres tienen que salir en busca de pescados, garrobos, y otros animales comestibles para poder subsistir”, destacaron.
Dos líderes comunitarios dijeron bajo anonimato que no es un cuento referir que hay hambre en los repartos y comunidades rurales, porque no hay trabajo.
“Esas familias no reciben remesas porque no pueden viajar a otros países en busca de oportunidades de trabajo porque no tienen los recursos económicos” recalcaron.
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Familias están subsistiendo de la pesca del lago de Managua
Otras familias del campo que no tienen tierras para trabajarlas, están sobrevenido de la pesca en la playa en el sector de Mateare, para luego comercializarlos y llevar arroz y frijoles y aceite a sus viviendas.
Agregaron nuestros informantes que la situación económica es tan grave que ahora las mujeres dedicadas a lavar, planchar y trabajos domésticos, no encuentran porque las familias están asumiendo esas labores por la carestía de la vida que alcanza Nicaragua.