Costa Rica, líder en conservación ambiental, marcó un nuevo hito al cerrar sus dos zoológicos estatales y trasladar a los animales a centros de rescate. Esta medida, que responde a regulaciones nacionales y tratados internacionales, refleja el compromiso del país centroamericano con la vida silvestre en su hábitat natural.
Funcionarios del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) llevaron a cabo el fin de semana una operación meticulosa para capturar y trasladar a más de 250 animales que habitaban en el zoológico Simón Bolívar en San José. Entre los trasladados se encuentran jaguares, ocelotes, monos araña, caimanes, perezosos y una variedad amplia de aves y reptiles. Estos animales ya están siendo sometidos a exámenes de salud y cuarentena en el centro de rescate Vida Silvestre Tropical en Alajuela, donde se evalua su estado y se determinará su destino futuro.
El cierre de los zoológicos estatales, incluido el Centro de Conservación Santa Ana, responde a una decisión firme del Gobierno de no renovar la administración a la fundación FundaZoo, propietaria de los terrenos. En lugar de perpetuar el cautiverio, se planea transformar estos espacios en parques urbanos, jardines botánicos o reservas naturales.
El viceministro de Gestión Estratégica del MINAE, Carlos Isaac Pérez, enfatizó la importancia de cumplir con las demandas de la sociedad costarricense y honrar el compromiso de proteger la vida silvestre. Este cierre representa un logro histórico, convirtiendo a Costa Rica en el primer país en eliminar por completo los zoológicos estatales y priorizar la conservación de la vida silvestre en libertad.
Activistas de los derechos de los animales celebraron este hito como una victoria para la compasión y el respeto hacia todas las especies. Juan Carlos Peralta, director de la Asociación para el Bienestar y Amparo de los Animales, destacó que este cierre es el resultado de décadas de lucha y que los animales trasladados tendrán la oportunidad de “vivir en entornos más similares a su hábitat natural” en santuarios de vida silvestre.
Pero el compromiso de Costa Rica con la conservación de la vida silvestre se extiende más allá del cierre de los zoológicos estatales. El Ministerio de Ambiente y Energía se comprometió a supervisar los centros privados que todavía manejan animales, para garantizar que “contribuyan efectivamente” a la conservación de las especies y a la educación ambiental de la población.
En un país donde el tráfico y la tenencia de fauna silvestre son ilegales y penalizados, el cierre de los zoológicos estatales marca un paso significativo hacia una sociedad más consciente y respetuosa con el medio ambiente. En ese sentido, Costa Rica continúa siendo un ejemplo global de políticas ambientales progresistas y comprometidas con la preservación de la biodiversidad.