El crimen ejecutado por Oscar Morales, conocido como “Moralitos” junto a otros esbirros de la guardia nacional, causó un profundo rechazó en distintos sectores de la población nicaragüense.

También, Sacudió a la genocida guardia Nacional. “Moralitos”, fue un represor y simbolizó la represión cruenta de la dictadura somocista.

La madrugada del cinco de abril de 1968 fueron apresados los ex oficiales de la guardia Nacional, David y René Tejada Peralta, ambos integrados al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

En esa misma fecha, David fue asesinado a golpes por el secuaz Oscar Morales con la complicidad de otros soldados.

“Moralitos”, cenó y tomó licor en el restaurante Múnich, Managua. En compañía de José María Zelaya y de otros oficiales de la guardia. Zelaya fungió como secretario privado de Anastasio Somoza.

“Moralitos” un criminal al servicio de Anastasio Somoza

Entre ambos grupos se produjo una discusión sin transcendencia. En horas de la madrugada “Moralitos” y sus camaradas dejaron el Múnich, también lo hicieron los hermanos Tejada.

Medios locales, informaron que cuando los Tejada dejaron el centro recreativo, David camino hacia la esquina del All American Cables, sacó un pistola 9 milímetros y realizó un disparo al aire.

El carro de Moralitos daba la vuelta sobre la Avenida Central. Y ordenó a dos patrullas de la Jefatura de Tránsito que sujetaran a los hermanos Tejada.

Posterior, fueron trasladados a la sede de la tercera compañía donde “Moralitos”, era el jefe.

Oscar Morales, represor y matarife de Somoza

El secuaz junto con otros guardias somocistas, apalearon sin compasión a los hermanos Tejada Peralta. Inclusive, cuando eran linchados, Moralitos los incitaba a seguirles golpeando con la culata de sus carabinas, alambres eléctricos y patadas.

La feroz golpiza provocó que en horas de la tarde del cinco de abril, la muerte de David Tejada. Que resultó con el cráneo hundido, el rostro desfigurado, un ojo fuera de la órbita y probablemente con la columna quebrantada.

La detención de los hermanos Tejada y el crimen de David persistieron furtivos durante varios días. Sin embargo, en un diario local apareció la denuncia de su desaparición hasta 11 días posteriores.

Más tarde, la jefatura de la guardia somocista, ordenó la conformación de una Corte Militar de investigación, mientras soldados y oficiales confirmaron que los hermanos Tejada fueron llevados a la tercera compañía y que Moralitos ordenó, la inhumana golpiza.

El viernes 19 de abril el mayor Oscar Morales fue llevado al banquillo de los acusados, en medio de la curiosidad pública. Sobre todo porque la imputación fue transmitida por una cadena de radio.

Moralitos alegó mediante sus defensores Bonifacio Sandoval y Carlos Olivas Zúñiga, que que los hermanos Tejada lo habían atracado y que solo se defendió.

Bonifacio no pudo seguir leyendo la declaración y Carlos Olivas prosiguió la parte en que decía que David Tejada había sido encontrado muerto en el inodoro de la tercera compañía, como resultado de un paro cardíaco, y que el cuerpo había sido tirado al cráter del Volcán Santiago.

René Tejada fue puesto en libertad y se presentó ante su madre doña Velia, en un encuentro saturado de emociones. Se agachó ante ella, y le dijo: “madre”, solo te puedo decir que cuando murió no tenía color, era como esta uña mía”, y le mostró su uña totalmente morada, según un escrito de la excomandante guerrillera, Mónica Baltodano, ahora desterrada política de la dictadura orteguista.

René Tejada declaró a medios de comunicación que Morales asesinó a su hermano. La efectiva narración sobre los martirios, el trato bárbaro y bruto. Igual, el furor que extendió el homicida contra David, hasta romperle los huesos de la cara y hundirle el cráneo, indignaron al pueblo de Nicaragua.

Los crueles golpes fueron la causa de muerte de David, según corroboró, el médico militar doctor y capitán Fernando Cedeño Flores.

Atroz asesinato de guerrillero despertó repudió en los nicaragüenses

Las condenas por el crimen se reprodujeron. A las organizaciones políticas y estudiantiles se añadieron los gremios como la Federación Sindical de Maestros de Nicaragua.

Los centros estudiantiles de la UCA y de la UNAN resolvieron realizar el jueves 25 de abril honras fúnebres en memoria de David.

También, el 23 de abril la Fiscalía presentó a Max García, soldado asignado a la tercera compañía, quien se responsable de haber arrojado el cadáver de Tejada al volcán Santiago, en compañía del alistado Pedro Gutiérrez.

El miércoles 24 de abril la Junta Universitaria de la Universidad Centroamericana, reunida en sesión extraordinaria, emitió un enérgico comunicado de protesta por el asesinato del bachiller David Tejada Peralta, firmado por el Rector y todos los decanos y autoridades de la UCA, citó Mónica Baltodano.

El viernes 17 de mayo se efectuó un paro en todas las facultades de la Universidad Nacional en León, Jinotepe y Managua, demando justicia.

“Moralitos” hizo guasas del crimen contra Tejada

Las protestas se agudizaron, después que ciudadanos denunciaron que el mayor Morales había estado el 16 de mayo, en casa de un amigo ubicada del cine Darío dos cuadras al sur. Al lugar llegó un automóvil de su hermano, el doctor Flavio Morales, demostrando el nivel de guasa e impunidad frente el brutal crimen.

La lujuriosa y funesta declaración de Moralitos, que el cadáver de su víctima había sido arrojado al cráter del volcán Santiago, generó repudio entre quienes oían la declaración por la radio.

Más tarde, los mismos militares filtraron, que el cuerpo de David Tejada no fue arrojado al cráter del Santiago sino incinerado en Jocote Dulce y sus cenizas enterradas en el cuartel de Mokorón.

El viernes 5 de julio, después de 3 meses del asesinato de David Tejada, el mayor Oscar Morales Sotomayor fue condenado por once miembros de la Guardia Nacional, que integraron el Consejo de Guerra.

“Moralitos” fue condenado a 18 años de prisión, aunque nunca estuvo detenido

La sentencia fue de 18 años de prisión. Aunque Moralitos nunca estuvo detenido. Fue mandado a cumplir su condena a León, en el Fortín de Acosasco.

“Ahí la dictadura somocista le dio todas las libertades como reo de confianza y circulaba por la ciudad, sin ninguna restricción”, destacaron habitantes de la ciudad colonial.

Mónica Baltodano, excomandante guerrillera, indicó en un escrito, que Moralitos fue procesado en el Juzgado primero del Distrito del crimen de Managua, a cargo de Guillermo Vargas Sandino. Condenado a 18 años de prisión, pero valiéndose del terremoto de 1972, logró huir del país.

En marzo de 2008 murió en Miami a los 78 años, en la impunidad.