En febrero pasado se cumplió 33 años de impunidad por el asesinato a sangre fría del exjefe contra, quien era un acérrimo antisandinista, mientras Daniel Ortega, todavía tenía influencia en el Ejército y la policía.
Cuando el reloj marcaba las 8: 30 de la noche del sábado 16 de febrero de 1991, en una casa en el reparto Bello Horizonte de Managua, Nicaragua, suena el teléfono. Un hombre que veía la televisión en calzoneta y chinelas se levanta y atiende el aparato y habla unos minutos y cuelga, luego se mete a su habitación y se cambia con ropa para salir.
En unos momentos el mencionado hombre ya estaba listo para salir, sin imaginarse que esa noche tendría una cita con la muerte. Era el exjefe contra, Enrique Bermúdez Varela Enrique.
Por más que una vecina, que le llegaba a dejar la cena todas las noches, le suplicó que no saliera, el jefe militar hizo caso omiso, puesto que quien le hizo la llamada al parecer lo dijo que lo necesitaba de emergencia, como para poderlo sacar de su comodidad.
Abordó su jeep Cherokee placa PR 0233, cerró la puerta, encendió el vehículo y tomó rumbo hasta ese momento desconocido, se perdió en la oscuridad de una calle de ese reparto. Una hora más tarde el reconocido Comandante 3-80 fue encontrado tendido en el parqueo de un hotel capitalino con dos impactos de bala en la cabeza. ¿Quién lo llamó esa noche?, ¿Quién apretó el gatillo? ¿Quiénes fueron los autores intelectuales de este crimen?, hasta la fecha se desconoce.
Un reconocido antisandinista
El Comandante Enrique Bermúdez de 59 años, fue un excoronel somocista, exagregado militar de la embajada nicaragüense en Washington y excomandante en jefe de las fuerzas militares de la Resistencia Nicaragüense (Contra) que sostuvo una guerra contra el primer Gobierno de Daniel Ortega en la década de los 80. Fue un hombre muy reconocido entre la gente contrarrevolucionaria, enemigo de los sandinistas.
Entre algunos testigos que vieron por última vez con vida a Comandante 3-80 esa noche en Hotel Intercontinental (hoy Crowne Plaza), figura el entonces ministro de Deportes, Carlos García, a quien lo saludó, por ser amigos de antaño, mientras se toparon en ese lugar le preguntó a Bermúdez:
-¿Qué andas haciendo?
-“Ando buscando a unas personas”, respondió, mientras movía la cabeza para varias direcciones, para luego dirigirse hacia el salón Azul del hotel.
“Después reapareció en el bar La Cita (del mismo hotel) y saludó al alcalde de Miami, (Pedro) Reboredo, quien lo invitó a sentarse y a conversar un poco. Enrique habló de todo, desde asuntos personales hasta de política. Transcurrieron los minutos y el alcalde Reboredo abandonó el lugar, porque el día siguiente tenia viaje a Guatemala”, recordó García.
En ese mismo hotel también se encontraban el entonces alcalde de Managua, Roberto Cedeño Borge, Mario Avilés y otros funcionarios de la comuna capitalina. “Después se pagó la cuenta y Enrique se fue. Transcurrieron algunos minutos y luego nos retiramos. Luego nos encontramos con el desagradable incidente”, finalizó García.
Disparos ejecutados por profesionales
Y es que cerca de las 9: 45 de esa noche, el Comandante 3- 80 se disponía a abordar su vehículo estacionado en el parqueo del hotel que coincidentemente estaba cerca del Campo Marte, pero al ponerse frente a la puerta de su camioneta para abrirla, recibió dos disparos por detrás, ejecutado por un francotirador que al parecer le monto posta para matarlo. Fueron disparos de alta precisión, una bala entró por encima del oído izquierdo y el otro detrás de esa misma oreja, desbaratándole la base cerebral. El cuerpo quedó tendido boca arriba sobre un charco de sangre, mientras el o los tiradores se ampararon en la oscuridad de esa noche.
La policía luego realizó el levantamiento del cuerpo y tras el peritaje e investigaciones, este misterioso caso no se pudo resolver, quedando en la total impunidad hasta estos días. Esta investigación policial fue catalogada como una de las peores de Nicaragua, en una época en que el Frente Sandinistas, todavía dominaba las fuerzas policiales y del Ejército, en el recién estrenado gobierno de doña Violeta Barrios de Chamorro.