En vísperas de Semana Santa, el último informe de Barómetro de las Américas cae como anillo al dedo a la actual situación de la Iglesia católica de Nicaragua.

El estudio consultó una muestra representativa de 1500 nicaragüenses y la encuesta bianual fue llevada a cabo entre junio y julio de 2023 en 26 países de América, siendo Nicaragua y Haití los inicios países latinoamericanos cuyas consultas fueron realizadas por vía telefónica, a diferencia del resto de naciones que fue de manera presencial.

La encuesta fue llevada a cabo por LAPOP Lab, (Latin American Public Project) de Vanderbilt University titulado: “El Barómetro de las Américas de 2023 de LAPOP toma el pulso de la democracia”.

Unos de los resultados más relevantes de la encuesta es que el 63 por ciento de los consultados tienen una visión pesimista sobre el futuro del país, bajo el mandato de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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La encuesta también revela que el 81% de los ciudadanos considera que en el país no hay libertad de expresión, y registra un desplome en el nivel de confianza y credibilidad de las instituciones públicas, que generan desconfianza para más del 65% de los nicaragüenses.

“Iglesia Católica con buena reputación”

Por su lado, la Iglesia Católica sigue siendo la Institución más confiable para los nicaragüenses con el 60% de confianza.

De acuerdo al cuadro, la mayoría continúa diciendo que confía más en la institución religiosa, que en la policía.

Esto demuestra que, pese a la persecución religiosa que sufre la Iglesia católica en Nicaragua, es la institución en la que más confían los nicaragüenses en el país.

Las cifras de confiabilidad de los nicaragüenses contrastan a la opresión a la iglesia católica y la persecución a sus sacerdotes que ha intensificado el régimen de Daniel Ortega desde 2022.

Cabe destacar que, la Iglesia católica se ha convirtió en un símbolo de la resistencia en Nicaragua desde las protestas de abril 2018 contra el régimen sandinista, y fue objeto de la represión en 2022 cuando Ortega lanzó una campaña de odio a través de la Policía Nacional al iniciar el cierre de las emisoras católicas a nivel nacional, la confiscación de bienes eclesiásticos, el bloqueo de cuentas bancarias personales de sacerdotes, el arresto a sacerdotes y la expulsión de religiosas extranjeras altruistas.

Es importante recordar que, Daniel Ortega y Rosario Murillo desterraron la madrugada del sábado 13 de enero al Vaticano al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez, condenado a 26 años de cárcel y preso político desde hace más de un año, junto a otros 18 religiosos que fueron encarcelados entre las fiestas de navidad y año nuevo de diciembre 2023.

Una misiva del régimen emitido al día siguiente, Ortega confirmó que fue gracias a “acuerdos con la Santa Sede que han garantizado el envío y recibimiento en el Vaticano de obispos, sacerdotes y seminaristas”, pese a que después el Vaticano dijo que fueron ellos quienes prácticamente tuvieron que hacer todas las gestiones para salvaguardar las vidas de los religiosos.

De esta forma, Ortega y Murillo han enviado a 203 religiosos y religiosas al destierro, recetándoles también expulsión y negándoles la entrada a Nicaragua desde 2018 a enero de 2024. Es así como más del 80% de estas agresiones se registraron en 2023, cuando Ortega endureció su ataque contra la institución religiosa y sus feligreses, quienes temen ser encarcelados y deben soportar las cancelaciones de procesiones y muestras de piedad.