El crimen organizado está acabando con la vida de los nicas en Costa Rica

La vida de los nicaragüenses migrantes en Costa Rica está siendo amenazadora por criminales que continúan sembrando el terror en esta nación, ensombreciendo así la tranquilidad que destacaba al país en la región.

En videos han quedado en evidencia los ajustes de cuenta a plena luz del día, como el asesinato a tiros de un hombre en frente de una escuela en Paraíso de Cartago.

Cuando las autoridades llegaron al lugar del crimen, era demasiado tarde, pues la víctima mortal yacía tirado en la vía pública con visibles lesiones de la ráfaga de tiros que recibió a corta distancia por lo menos de 3 atacantes diferentes con armas de asalto AK47.

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En ese momento, en la escuela impartían clases, pero no fue impedimento para el delito, que dejó en estado de shock a la población y estudiantes.

Este suceso dejó el sello narco, que parece delatar disputas por algún tema relacionado con las drogas. Es más, las balas llevaban escrito apodo (Rábano) de hombre al que sujetos mataron cerca de escuela en Paraíso.

5 nicaragüenses asesinados en una semana

La muerte es un fantasma que parece rondar a los nicaragüenses en Costa Rica, y es que el pasado jueves 19 de octubre por la mañana, tras una llamada de alerta al 911 efectivos de la Fuerza Pública llegaron a orillas del río Tiribí en Bajo Los Anonos, de Escazú, donde encontraron los cuerpos de tres hombres jóvenes sin vida.

Tras las averiguaciones, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) reveló el pasado viernes que las víctimas fueron identificadas como Harold José Zapata Rosales, de 33 años; José Ballardo Rivera Avilés, de 26 años; y Miguel Antonio Ángulo, de 25 años; todos de nacionalidad nicaragüense.

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Medios de comunicación costarricense aseguraron que el jueves, a eso de las 2:00 de la madrugada, vecinos oyeron varios disparos a orilas del río, pero temor represalias debido la ola de crímenes en el país, prefirieron no reportarlo a las autoridades.

Cabe señalar, que los tres pinoleros vivían en la localidad donde fueron asesinados, que hasta le fecha suman cinco en total en una semana.

En paralelo, esa noche del jueves se tiñó de terror y sangre, pues Agustina Dávila Moreno, una joven nicaragüense de 26 años murió a manos de pistoleros en Aguas Zarcas de San Carlos.

El crimen ocurrió a eso de las 8:20 de la noche frente del restaurante Yin Du, a unos 200 metros de la Iglesia católica de la comunidad.

La joven se encontraba en la calle cuando pasaron dos sujetos a bordo de una motocicleta y le dispararon en múltiples ocasiones.

La joven madre dejó en la orfandad a cuatro hijos, de acuerdo a información divulgada por los medios locales.

Hasta ese día trágico, las autoridades registraban 726 homicidios en el año, es decir, 231 más que lo registrado en el mismo período del 2022.