El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER), informó que el periodo lluvioso será intenso en el país. Agregó, que la temporada de precipitaciones se instalará en la segunda quincena del mes de mayo.
También, las autoridades del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Desastres (SINAPRED), expresaron a medios locales que el invierno será tan “intenso” con aguaceros en el período canicular, entre julio y agosto, época caracterizada por una disminución en las lluvias.
El establecimiento de la temporada del invierno en Nicaragua se espera que inicie durante la tercera semana de mayo, según proyecciones del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).
Sin embargo, posterior a esta fecha estaría ingresando el fenómeno de La Niña, conocido por provocar aumentos de las lluvias. “Lo significativo es que tomemos en consideración que tendremos suelos saturados y por lo que se advierten inundaciones”, expresó El director del Sinapred, Guillermo González.
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González dijo a medios oficialistas que preparan planes y medidas para atender a la población ante cualquier emergencia. Los Bomberos, Policía, Defensa Civil, Sinapred y otras instituciones estarán al frente para brindar apoyo en caso de presentarse algún acontecimiento natural.
Nicaragua fue afectada por el fenómeno de La Niña en 2023
Nicaragua fue perjudicada por el fenómeno de La Niña durante el invierno del año pasado 2023, aunque, el primer trimestre del 2023, prevaleció el fenómeno El Niño, con menor cantidad de precipitaciones en todo el país, según el Observatorio de Fenómenos Naturales (Ofena).
“Las condiciones en relación con el fenómeno de La Niña de 100% desciende a un 50% para enero, febrero y marzo, luego miramos que el fenómeno de La Niña se combina con el fenómeno El Niño Neutral y esto es beneficioso, ya que mantenemos humedad en la atmósfera, pero cambia propiamente para febrero, marzo y abril que es el periodo más seco en Centroamérica y ciertamente en Nicaragua“, formuló Agustín Moreira, director de Ofena.
En el año 2022, todas las precipitaciones han sido arriba de las normas históricas, para el año 2023 se dieron precipitaciones casi similares a las normas históricas o menores. Para el año 2024, puede ser que mantengamos bajas precipitaciones a las normas históricas, o sea, vamos a tener unas condiciones en las que va a predominar el fenómeno El Niño, pero como todo es cambiante estos son pronósticos, pero más o menos ese es la tendencia que se espera para el año 2024″, destacó Moreira.
Ofena advierte afectaciones en Nicaragua por el cambio climático
El Observatorio aseveró que debido al cambio climático y al calentamiento global se esperan cambios bruscos respecto a las altas temperaturas en los próximos años, con una menor cantidad de precipitaciones y consecuencias como personas afectadas por insolaciones y menor cantidad de cosechas.
El cambio climático representa un fenómeno relacionado estrechamente con la alimentación de la humanidad, puesto que conlleva una tendencia generalizada de reducción en la producción agropecuaria.
Los cambios en las variables climáticas (precipitación y temperatura) que han ocurrido en los últimos años han causado graves pérdidas en los países centroamericanos. Los cambios futuros que se proyectan son un riesgo creciente, sobre todo para los países en desarrollo con vulnerabilidades socioeconómicas (pobreza, falta de inversión, etc.) y deterioro ambiental como es el caso de Nicaragua.
Para Nicaragua el sector agropecuario es fundamental no solamente por brindar alimentos a la población, sino porque desempeña un papel importante dentro de la actividad económica.
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Qué es el fenómeno de la niña?
La Niña es un fenómeno climático que forma parte del ciclo natural-global del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur y puede durar de 9 meses a 3 años, siendo más fuerte mientras menor es su duración.
El Inicio del fenómeno La Niña, que se caracteriza por un fortalecimiento de los vientos alisios que confluyen en la zona de convergencia intertropical y un desplazamiento más temprano de esta hacia el norte de su posición habitual, además de un aumento de la convención en el océano pacífico, al oeste del meridiano de 180°, donde la temperatura del agua superficial del océano sube de su valor habitual (28 y 29 °C).
