“Con seguridad, no hay comunicadores ni comunicadoras en la Costa Caribe de Nicaragua”, relata Yahaciela Barrera, una periodista nicaragüense de esa región del país que hoy se encuentra en Costa Rica, únicamente por ejercer su profesión.

Desde su exilio cuenta que es triste como los periodistas en el caribe tuvieron que huir ante la represión estatal desatada por la dictadura familiar de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Detalla que a principios de 2023 intentó seguir comunicando desde el país: por medio de colaboraciones con otros medios y en la web.

“Fue muy difícil” -continuó Yahaciela- “Estando fuera ya es otra panorámica, o sea, los periodistas empezamos de cero en un país que no es nuestro, empezamos tratando de continuar con la libertad de prensa, pero es duro. No queda nadie ejerciendo en ningún medio”, resaltó con preocupación.

Yahaciela, que trabajaba para radio “La Costeñísima”, aseguró que aún durante 2020 había 35 periodistas ejerciendo su profesión en la Costa Caribe, sin embargo, “hoy no queda nadie” que trabaje para medios de comunicación independiente, ya que la persecución del régimen les expulsó a todos.

“Es triste” –exclamó Barrera–  quien a su vez expresó que ella junto a otro colega periodista, fueron los últimos y que se quedaron hasta donde pudieron resistir. “Estábamos en el medio. Resistimos hasta el año pasado, pero fue difícil: el acoso, el asedio, todo te influye”, añadió la profesional de la comunicación.

“Ejercer es atentar contra tu vida y libertad”

Por su parte, Arlen Pérez coordinadora del Observatorio de Agresiones contra Periodista de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), dijo a DaríoMedios que la situación en las regiones autónomas “es grave”, piesto que hoy en día, la profesión en sí es un “peligro” para la vida de quienes la ejercen.

Así mismo, dijo que los profesionales que quedaron aún en sus zonas, se han autocensurado como medida de prevención para cuidar su integridad física, libertad, su vida, y la de sus familiares. “Están tratando de no entrar en conflicto o de ser más cautelosos para evitar amenazas y asedio del régimen”, aseguró.

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Arlen Pérez, Coordinadora del Observatorio de Agresiónes Contra Periodistas de PCIN. FOTO/ALBERTO MIRANDA

Pérez señaló, por ejemplo, que el día de la coronación de Sheynnis Palacios como Miss Universo, muchos medios de las regiones autónomas optaron por callarse y mencionar mínimamente algunos detalles de la coronación y el certamen, sin hacer más profundidad en el tema.

“Cuando se reportó el caso de la Miss Universo en la zona de la Costa Caribe solamente se dijo que había ganado mis Nicaragua, pero no se dijo más y consideramos que se debe a la autocensura, porque esto ocurrió después de las declaraciones de Rosario Murillo sobre el desborde de gente en las calles”, añadió la comunicadora.

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Agresiones contra periodistas persistieron

Según PCIN, en 2023 se registraron 83 agresiones contra periodistas. Así mismo, destacan que al iniciar el año pasado, la cifra de comunicadores era de apenas 117 dentro del país, sin embargo, el número se ha reducido ya que muchos de ellos tuvieron que exiliarse debido a la persecución de los sandinistas.

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Comisión Ejecutiva de PCIN. FOTO/ALBERTO MIRANDA

PCIN contabilizó entre los periodistas que optaron por la migración forzada: 44 de medios digitales, nueve ejercían en alguna radio difusora y al menos siete de estos trabajaban en canales de televisión.

Por último, el informe del organismo defensor de las libertades públicas, asegura que de los 83 periodistas agredidos en 2023, 53 son hombres y 26 son mujeres. Las agresiones fueron dirigidas a 46 periodistas y 12 directores de medios de comunicación.