El 10 de enero de 2007 fue el fin de una época —a criterio de opositores y críticos de la dictadura de orteguista— de respeto a los derechos humanos y cambios democráticos, porque fue el día que Daniel Ortega retornó al poder, después de 17 años de «gobernar de desde abajo».

Los gobiernos de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, quien derrotó al dictador Ortega en 1990, el caudillo Arnoldo Alemán (1997-2022) y Enrique Bolaños (2022-2007) quedaron en el olvido para darle un voto de confianza al actual mandatario nicaragüense.

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Las elecciones del 2006, Daniel Ortega las ganó con el 38 por ciento de los votos, ante un liberalismo dividido y criticado por muchos actos de corrupción; además, el nuevamente dictador contribuyó a un debilitamiento del Partido Liberal, comenzando por el pacto con Arnoldo Alemán.

Las promesas de un cambio positivo para Nicaragua quedó en solo eso: en promesas, porque después de habérsele puesto la banda presidencial, se ha aferró al poder hasta el día de hoy, porque a través de su aplanadora de diputados en la Asamblea Nacional aprobó, en 2014, reformó la Constitución Política en la que habilita la reelección para el cargo de presidente de forma indefinida.

Nicaragua cumple 17 años de estar bajo la bota de Daniel Ortega. Foto. Darío Medios / Cortesía Oscar Navarrete
Nicaragua cumple 17 años de estar bajo la bota de Daniel Ortega. Foto. Darío Medios / Cortesía Oscar Navarrete

Ilegalizando al partido Partido Movimiento Renovador Sandinista (MRS) en junio de 2008, por supuestos incumplimientos de requisitos electorales, Ortega preparó el camino al atornillamiento del poder, reeligiéndose por segunda vez consecutiva en unas cuestionadas elecciones presidenciales en 2011.

La historia no cambió mucho en 2016, menos en 2021, porque después de la ola represiva en 20018, donde se le atachó la muerte de más de 300 nicaragüenses, Daniel Ortega llegó nuevamente se reeligió tras encerrar en la cárcel a todos los aspirantes presidenciales.

«Daniel Ortega siempre ha sido un dictador»

Tras estos 17 años de autoritarismo, el abogado e integrante del consejo político de la Unidad Nacional Azul y Blanco, Héctor Mairena, recordó que el objetivo de Ortega ha sido concentrar el poder, «con el objetivo de establecer un proyecto dictatorial y dinástico, que quedó claro en 2018, cuando arremetió contra las protestas sociales».

«En Nicaragua se ha establecido una dictadura totalitaria, con rasgos despóticos que violenta flagrantemente los derechos humanos y estamos frente a más de 100 personas presas políticas y miles en el exilio, lo que es una tragedia para los nicaragüenses», agregó.

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Pese a todas las agresiones y autoritarismo, Mairena sostuvo que después de 17 años, la dictadura orteguista es «un cadáver en descomposición porque la población sibil le enfrentó y no ha dejado de resistir, sí que no hay mal que dure 100 años y la dictadura no va permanecer en su proyecto».

Otro que recordó la toma de posesión de Ortega en 207, fue el fotorreportero Oscar Navarrete, del diario La Prensa, quien dijo que ya le había referido a algunos de sus colegas que creyeran en un cambio positivo para el país, «porque una vez que Ortega se suba al caballo no va a querer bajarse».

«Daniel Ortega siempre ha sido un dictador», afirma fotorreportero
«Daniel Ortega siempre ha sido un dictador», afirma fotorreportero

«Después de 17 años Ortega se volvió a convertir en un dictador. Lamentablemente era lo que se veía venir porque siempre supe que este señor iba a venir y que de juegos democráticos no conoce nada; además que siempre ha sido un enemigo frontal de la Iglesia católica y ahora con líderes de la Iglesia evangélica», señaló el fotoperiodista en el exilio.

Además, dijo que Ortega siempre ha desparecido a su enemigos, recetándoles cárcel, destierro y confiscaciones, pero afirmó que como periodistas nicaragüenses «tenemos la obligación de seguir resistiendo».

Reformando la Constitución, inventando leyes para reprimir a la oposición, ilegalizando más partidos políticos, cerrando más de tres mil oenegés, así como confiscaciones y destierro de más de 300 nicaragüenses, incluyendo periodista, sin mencionar su hermanamiento y firmas de acuerdos con China y Rusia, la dictadura orteguista sigue imponiendo su autoritarismo hasta este miércoles, 10 de enero del 2024.