Marco Rubio: «Régimen criminal pretende demostrar que le está dando un trato humano a Monseñor Álvarez»

El senador por el estado de la Florida ante la Cámara Alta de Estados Unidos, Marco Rubio dijo, en respuestas exclusivas a Darío Medios Internacional, que «el régimen criminal de Ortega y Murillo pretende demostrarle al mundo que le está dando un trato humano a Monseñor Álvarez».

La aseveración del parlamentario norteamericano se dan luego que el martes, dos de enero, la dictadura orteguita exhibió por tercera tercera vez una serie de fotografías del obispo de Matagalpa, donde supuestamente se le está brindando atención médica.

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Rubio señaló que la administración Ortega-Murillo también quiere demostrar una realidad inexistente referente «a otros miembros del clero que han sido injustamente arrestados» en la última semana de diciembre y de quienes se desonce su situación.

«(…) Todos sabemos que la realidad que los sacerdotes —secuestrados por el régimen de Ortega y que ya suman 14 en total— enfrentan es muy diferente», subrayó el senador, quien en la segunda semana de diciembre del año pasado envió una carta al papa Francisco para que interceda por monseñor Álvarez, preso político desde el cuatro de agosto del 2022.

Por otra parte, el legislador hizo hincapié en que «los abusos físicos y psicológicos —cometidos por el régimen de Ortega— en contra de monseñor Álvarez han sido inhumanos».

«El único crimen de monseñor Álvarez ha sido tener la valentía y el coraje de luchar por una Nicaragua libre de tiranía y defender tanto a sus feligreses como a la fe Católica», agregó.

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Marco Rubio es uno de los políticos estadounidenses que se ha pronunciado fuertemente por los abusos del régimen de Nicaragua en contra de la Iglesia católica, en especial con monseñor Álvarez, quien acumula más de 500 días en cautiverio.

El también administrador apostólico de Estelí, uno de los sacerdotes críticos del orteguismo, fue condenado a 26 años de prisión más la pérdida de su nacionalidad, luego que la justicia orteguista lo acusó de supuestos delitos de conspiración y traición a la patria.

La arremetida contra el prelado se dio luego que el nueve de febrero del año pasado se negó a ser desterrado, junto a a otros 222 exreos políticos.

Por su parte, la Iglesia católica de Nicaragua ha evitado referirse al tema y solo en pocas ocasiones el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, se ha referido brevemente de la situación de monseñor Álvarez y de los sacerdotes recientemente secuestrados.