Cada 27 de octubre se celebra el Día Internacional de la Libertad Religiosa, un derecho del cual fueron despojados los nicaragüenses por la guerra frontal que el régimen de Daniel Ortega mantiene contra la iglesia católica en Nicaragua.

La dictadura desde el año 2018, tras el estallido social de abril se declaró enemiga de esta institución porque ayudó a los estudiantes que protestaban contra el gobierno de Ortega y Rosario Murillo, además fue intermediaria para llegar a una solución en el país, sin embargo, que no se llegó a ningún acuerdo.

Entre 2022 y en lo que va de 2023, la escalada represiva llegó al extremo de encarcelar, acusar y desterrar a los sacerdotes y religiosas, violando la libertad religiosa.

Esta violencia del régimen contra la libertad religiosa por ende contra la iglesia se refleja en el informe Nicaragua ¿Una Iglesia Perseguida?, de la investigadora y abogada nicaragüense Martha Patricia Molina, quien develó que la institución religiosa ha sido víctima de 667 agresiones desde 2018 hasta 2023.

Como parte de la violaciones a la libertad religiosa el régimen además ha ordenado ataques a unos 117 templos, como por ejemplo vigilancia permanente, daños a lo interno de los mismos, disparos con armas de fuego y morteros, cobros exorbitantes y cortes injustificables de servicios básicos; incendios, saqueos, suspensión de misas, confiscaciones e inmovilización de cuentas bancarias.

Otro de los claros ejemplos del irrespeto a la libertad religiosa es que solo en Semana Santa la dictadura prohibió la realización de 3,176 procesiones a nivel nacional, así como la celebración de festividades patronales.

Al respecto, el exaspirante a la presidencia, Juan Sebastián Chamorro, refirió recientemente en una entrevista a medios españoles que en Nicaragua “hay una dictadura que no permite ni siquiera pensar diferente”.

“En Nicaragua las imágenes de los santos, no los sacerdotes, esos van presos por predicar. Las imágenes, la de San Francisco, por ejemplo, el santo tiene templo por cárcel. No puede salir a procesiones (…) estos son los niveles máximos de intolerancia”.

Libertad religiosa en Nicaragua: un obispo preso y sacerdotes en el destierro

La investigación de Molina detalló que del total de ataques registrados se contabilizan 214 agresiones contra religiosos, entre estos el nuncio apostólico, obispos, sacerdotes, religiosas, diáconos, seminaristas, quienes fueron atacados, amenazados de muerte, difamados, intimidados e impedidos de realizar su actividad pastoral en el país.

La brutalidad del régimen contra la iglesia católica en Nicaragua, también dejo como resultado al primer obispo preso político en la historia del país. Se trata de monseñor Rolando José Álvarez Lagos, de 56 años, quien está en cautiverio desde el 4 de agosto de 2022 y en febrero de 2023 fue condenado a 26 años y cuatro meses de prisión, los que está cumpliendo en la cárcel La Modelo.

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Como última arremetida, la dictadura desterró hacia El Vaticano, el pasado 18 de octubre a 12 sacerdotes que estaban presos por motivaciones políticas. Antes, en febrero hizo lo mismo con un grupo de ocho religiosos, de estos dos son seminaristas y un diacono.