Iglesia católica de Bluefields sufre paso del huracán Julia

Los habitantes del Puerto El Bluff no reportaron pérdidas humanas tras el paso “feroz” del Huracán Julia por el territorio nicaragüense, pero sí materiales, a pesar de que no fueron evacuados a otros sitios de refugio. La iglesia católica fue una de las que sufrió mayores daños.

La junta directiva de la diócesis caribeña, a través de una conferencia de prensa brindó detalles de los daños en la infraestructura del templo producto del fenómeno que entró la noche del sábado y tomó mayor fuerza el domingo, afectando a muchas familias en el caribe nicaragüense.  

Te puede interesar: JULIA Y SUS REMANENTES FORMARON CICLÓN TROPICAL

Con vientos de 140 kilómetros por hora, así entró Julia al territorio nacional, causando múltiples daños materiales de consideración al impactar la costa Caribe de Nicaragua la madrugada del domingo, en categoría 1 en la escala Saffir-Simpson.

Los vientos desprendieron techos de viviendas, tumbaron árboles, desprendieron cables eléctricos y dejaron sin energía eléctrica algunas zonas costeras, mientras que las lluvias causaron inundaciones en algunos sectores, dieron a conocer en su momento las autoridades locales.

Solicitan ayuda

La iglesia, por medio de sus representantes piden a los feligreses católicos apoyo, principalmente a quienes se encuentran fuera del país para mejorar las condiciones del templo.

Como en otros municipios caribeños el pequeño puerto El Bluff, situado a 15 minutos en panga de Bluefields registraron daños en sus viviendas y cantidad de árboles caídos, que afectaron la zona.

Te puede interesar: EL RAMA SIGUE SIN TELECOMUNICACIONES Y SIN  AYUDA DEL GOBIERNO

La población del lugar relata que las familias se unieron para auto evacuarse y estar en viviendas más seguras, puesto que no se activaron albergues ni centros de refugio de parte de las autoridades lamentó Dúmark Quiróz habitante.

Por su parte doña Carmen, quien prefirió omitir su apellido, lamentó lo sucedido y pidió a la población que se ponga la mano en su corazón y ayude a darle el mantenimiento a la iglesia. “Es triste ver todos los daños que nos dejó este huracán, menos mal solo fueron materiales”, añadió.  Los afectados continúan incomunicados tras el paso del huracán y no cuentan con energía eléctrica, tampoco con agua potable.