Tras conocer la cancelación de la personalidad jurídica de su casa de estudios, la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) y otras universidades privadas, a Neyma Hernández le surgieron dos interrogantes sobre su futuro. Qué iba a pasar con sus notas y si podría continuar estudiando.

Hernández tiene aprobado el segundo año de la carrera de Ciencias Políticas y Gestión Píblica en la Upoli, ahora Universidad Politécnica Nacional (UPN) bajo la administración del Consejo Nacional de Universidades (CNU).

Tras la noticia que tomó por sorpresa a la comunidad estudiantil de la Upoli, jóvenes afines al gobierno aparecieron en redes sociales diciendo que la medida dará un salto a la calidad de la educación superior porque sería gratuita. Pero esa medida fue denegada por Ramona Rodríguez, rectora de la UNAN Managua y presidente del CNU.

El CNU mantiene los aranceles de 46 dólares y 450 córdobas de matrícula, confirmó Hernández luego de revisar el sitio web de ese organismo. Para esta estudiante la intención del gobierno siempre fue quedarse con el dinero que generan las universidades privadas.

LA COMUNIDAD ESTUDIANTIL ESTÁ MUY RESENTIDA

Antes y después de la ilegalización de la universidad a manos de la Asamblea Nacional dominada por los diputados sandinistas al servicio de Daniel Ortega, las autoridades de la Upoli no tuvieron ningún acercamiento con sus estudiantes. “Todo fue especulación”, según Hernández.

“Lo único que escuchamos es que le iban a subir a la mensualidad en la parte privada y que iban a eliminar muchas becas. La comunidad estudiantil está muy resentida”, dijo Neyma a Radio Darío.

A parte de las represalias a estudiantes críticos al régimen de Daniel Ortega, los estudiantes van a tener muchos problemas con sus títulos, según Neyma Hernández, activista y excarcelada política de la banda de “Los Aguadores”.

“No nos hubiesen quitado nuestra identidad porque esto nos trae confusión”, porque tendrán títulos y notas de dos universidades distintas.

La universitaria expresó que conocen cuáles pueden ser las represalias contra los estudiantes que están en contra de UNEN y el gobierno sandinista, porque existe una lista de jóvenes y maestros tachados como opositores.