Este año es sin duda la época en que Nicaragua seguirá brillando con primor, pues las buenas nuevas sobre sus hijos sobresalientes no dejan de llegar y siguen dejando en alto el nombre de la tierra que los vio nacer.
Este es el caso de la talentosa joven Sheyla Morales, originaria del caribe nicaragüense , de 38 años. Ella está viendo materializar el sueño que tuvo cuando era una niña: viajar al espacio.
Mientras muchos niños sueñan con ser doctores, bomberos, etc. Sheyla quería viajar con las estrellas. Es así como después de muchos años, llegó a ser parte de la misión Artemis de la Administración Nacional de Aeronaútica y el Espacio (NASA) que en breve realizará un viaje a la luna.
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Cuando Sheyla veía la luna, pensaba que ese satélite natural que orbita alrededor de la Tierra estaba más cerca de ella pese a la enorme distancia que la separa del planeta verde.
“El origen de un sueño”
Su papá trabajó en el área de aviación de la Fuerza Aérea del Ejército de Nicaragua y eso la llevó a interesarse con el espacio sideral.
Sin embargo, no pasaría mucho tiempo para que al igual que muchos nicaragüenses, ella vio en la migración una oportunidad para lograr convertir sus sueños en realidades. Fue así que migró a Estados Unidos junto a su familia con el fin de poder estudiar y graduarse en una universidad estadounidense como Ingeniera Física, no obstante, esa decisión y lo que vendría después no sería fácil. Fue así que solicitó becas y préstamos para lograr alcanzar su propia estrella.
“Necesitaba estudiar una carrera que me pudiera impulsar hacia la NASA, encontré algo que se llama Ingeniería Física con concentración en el Aerospace, pero solo existía en algunas universidades de los EE.UU., y no era solo llegar, necesitabas aplicar”, expresa Sheyla al agregar que se preguntaba cómo llegaría ahí, y fue finalmente en 2001, que se le dio la oportunidad de irse.
Su dedicación en esta rama empezó a rendir frutos, ya que la compañía de aviones Boeing le ofreció trabajo. Allí laboró durante varios años como ingeniera en estructuras y hacía los análisis para el fuselaje y alas de las aeronaves. También las alas de su corazón empezaban a volar hacia el firmamento.
“Viaje a la luna”
Al recordar el olor del mar, el viento cálido que sopla las costas de su natal Puerto Cabezas y la luna en el horizonte siempre alumbrando cada noche, fue en octubre de 2022, que esa luna estaría más cerca de ella, pues se le presentó la oportunidad de ser jefa de ingeniería de estructura de la misión Artemis de la NASA, la cual planea volar al espacio este 2024.
Sheyla no lo podía creer, pero supo de inmediato que su empeño había valido la pena y por fin, la luna dejaría estar tan lejos de ella.
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En esta nueva misión, la joven costeña tiene a su cargo a un grupo de 48 personas. Pero aún tiene otro sueño por cumplir: convertirse en astronauta, y mientras lucha por ese deseo, Sheyla disfruta desde ya colaborar en todo el proceso que conlleva llevar una misión hasta el espacio.
Ella es un ejemplo del viejo adagio que reza así: “No importa el lugar donde nazcas, si tienes talento, éste se ha de notar”.
