Como dice el conocido refrán nicaragüense “candil de la calle, oscuridad de su casa”, haciendo alusión a quienes apoyan a personas fuera de su entorno más cercano en lugar de hacerlo con sus propios compatriotas, así ocurre con Daniel Ortega y su relación con empresarios tanto nacionales como internacionales.
Un ejemplo de esto es la estrecha relación que Ortega ha establecido con China, llegando al punto de fundar la Asociación Pro-Unificación Pacífica China-Nicaragua, con el objetivo de facilitar a los empresarios chinos la inversión en Nicaragua. Esta iniciativa fue anunciada por Laureano Ortega Murillo, hijo de Ortega y Asesor Presidencial para las Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional.
El dictador está abriendo las puertas sin mayores restricciones legales, brindando todas las facilidades posibles para que los empresarios chinos se establezcan en el país.
“En esta asociación, vamos a ofrecer todas las facilidades que estén dentro de nuestras posibilidades como gobierno, para que ustedes se sientan seguros y protegidos al invertir en Nicaragua. Desde Nicaragua, también vamos a promover las empresas y productos chinos en toda la región centroamericana”, expresó el hijo de Ortega.
Aunque se desconoce el alcance económico de la relación entre China y Nicaragua, la armonía entre ambos regímenes ha avanzado rápidamente en los dos años de relaciones diplomáticas y comerciales, establecidas a través del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre China y Nicaragua.
El presidente de la Asociación Pro-Unificación Pacífica, Huang Shujin, destacó que la entrada en vigor del TLC ha abierto “perspectivas de mayor alcance para el desarrollo” de la relación entre los dos países.
“Se llevarán a cabo diversos seminarios sobre la reunificación pacífica, promoviendo intercambios y comunicación entre China y Nicaragua, para impulsar el desarrollo de relaciones amistosas”, señaló Shujin al referirse a futuros proyectos de la asociación.
Mientras se brinda seguridad y condiciones económicas a los empresarios chinos, los empresarios nicaragüenses enfrentan trabas, detenciones, confiscaciones de negocios e incluso el exilio.
En el año 2023, Daniel Ortega cerró unas 19 asociaciones empresariales, incluido el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), al que le revocó su personería jurídica, a pesar de ser el gremio empresarial más importante del país, fundado hace más de 30 años.
Estas represalias de Ortega se produjeron después de que varios empresarios le retiraran su apoyo tras las protestas antigubernamentales que sacudieron al país en 2018.
