Humberto Ortega, general en retiro y ex jefe del Ejército de Nicaragua concedió una entrevista al periodista Andrés Oppenheimer, de CNN en la que cuestionó la decisión de su hermano, el dictador Daniel Ortega de condenar de manera “irreflexiva” al obispo Rolando Álvarez Lagos.

El ex militar dijo que la medida tomada tiene un fuerte impacto político  para la administración de su hermano y a la vez agregó que la liberación y ostracismo de los ex prisioneros políticos podría ser un gesto e intercambio del régimen sandinista, con el propósito de obtener una acción mutua.  

Sin embargo, el régimen de los Ortega – Murillo dijo que no hay ningún interés de recibir nada a cambio del gobierno de los Estados Unidos, ni siquiera que le levante “las sanciones”. Por su parte, altos funcionarios de la administración Joe Biden aseguraron que no existe negociación bilateral con el gobierno de Managua.

El ex jefe militar aceptó ante el periodista Andrés Oppenheimer que tener al obispo de Matagalpa en la cárcel  representa un enorme  peso político porque es un religioso de alta representación y liderazgo dentro de la población nicaragüense.  

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“Monseñor Álvarez es muy distinguido en Nicaragua, y sus homilías están  en el marco de las libertades que uno tiene que tener y soportar en un gobierno democrático”, refirió Humberto Ortega.

También afirmó que su hermano Daniel Ortega no quería que el obispo se quedara en Nicaragua,  por eso respondió de una manera imprudente, violentando la ley y los procedimientos técnicos, al sentenciar  a monseñor, después de incluirlo en las cárceles de la Modelo.

El ex militar sandinista manifestó en la entrevista a CNN, que el obispo de Matagalpa “es un mártir cristiano, serio, invariable, y lo demostró al no marcharse del país.

Además, aseguró que la liberación de los 222 personas  presos políticos y confinados  a Estados Unidos el pasado 9 de febrero, es un buen indicador, para un posible diálogo  entre el régimen orteguista con Washington.

Humberto Ortega dice que la excarcelación de las personas presas de conciencia es producto de un intercambio y eso indica que el gobierno de los Estados Unidos y la administración sandinista están dialogando y como parte de esas conversaciones se llevó a un acuerdo  específico, la liberación de los presos políticos y “esa acción  la  recibo  con mucho beneplácito”, sostuvo.

La justicia al servicio de la dictadura Ortega – Murillo  condenó  a 26 años y cuatros meses de prisión por los supuestos delitos de menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas, obstrucción de funciones agravada, desobediencia y desacato a la autoridad, un día después de que el religioso se negó a abordar el avión que lo remitió al destierro en Estados Unidos.

Humberto Ortega dijo que su hermano podría estar esperando un alivio de las sanciones que los Estados Unidos ha impuesto a varios funcionarios e instituciones de su régimen, o evitar que la administración norteamericana imponga sanciones más severas.