La sandinista Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, dijo que la medida de desterrar a 222 personas presas políticas la madrugada de este jueves nueve de febrero, fue una decisión “soberana”.

Murillo salió ante los medios oficialistas aparentemente despejada e invariable, y esta ocasión no dio arengas de odio, ni adjetivos contra opositores al régimen sandinista, tampoco hacia el gobierno de los Estados Unidos, nación donde fueron trasladadas las personas ex presas  políticas.

La vocera de la dictadura sandinista aseveró que el destierro de las personas que fueron juzgadas, sentenciadas por atentar contra la soberanía Nacional y con el provecho supremo para que el pueblo de Nicaragua viva  en armonía y es una  contribución del gobierno, a la paz en Nicaragua.

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Este  jueves, la Asamblea Nacional bajo el control de la pareja dictatorial  aprobó una reforma al artículo 21 de la Constitución Política de Nicaragua, para quitar la nacionalidad nicaragüense a los excarcelados.

La vicemandataria sandinista omitió en su discurso con medios oficialistas que la dictadura tiene todavía en las cárceles a 39 personas presas políticas que no fueron y que están  sufriendo torturas psicológicas dentro de las mazmorras de las celdas del orteguismo.

Mientras  la Casa Blanca envió una comunicación al Congreso de Estados Unidos este jueves informando que la dictadura  de Nicaragua decidió de manera unilateral liberar 222 presos políticos, quienes fueron recibidos en  Washington.

Por su parte, la socióloga nicaragüense María Teresa Blandón dijo que  como miles de nicaragüenses, ella, se encuentra feliz por la liberación de 222 presos y presas políticas.

Blandón aseguró que  la  sociedad está consciente que los ex prisioneros políticos no cometieron ningún delito, que estuvieron reclusos por defender los derechos de todos sus compatriotas, por oponerse al autoritarismo, a la violencia, a la represión y por reclamar cambios y rumbo del gobierno para recuperar la democracia que ha sido arrebatada.

“Estamos felices por sus familias, porque terminó la tortura y sufrimiento que la dictadura Ortega – Murillo, les impuso y porque es una victoria para  todos los grupos de la sociedad que luchan para que nuestro país salga de la dictadura y se encamina por la senda de la democracia”, recalcó Blandón.