El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, arribó la noche del martes, 23 de abril, a Venezuela para participar en la XXIII de Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
Esta es una de las pocas y escasas veces que el mandatario nicaragüense sale de su bunker, ubicado en el Reparto El Carmen, en Managua, para asistir a esta reunión, en la que se prevé la «presentación de la Agenda Estratégica 2030».
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A la llegada al Aeropuerto de Venezuela, a Ortega no se le vio, como es de costumbre, acompañado de su esposa y vicedictadora Rosario Murillo, como suele suceder en otros eventos políticos.
Yván Gil Pinto, ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores y Jorge Arreaza, secretario Ejecutivo del ALBA-TCP, fueron los encargados de recibir al dictador de Nicaragua.
Esta cumbre tendrá una duración de dos días y contará con la presencia de 300 delegados de 60 países, así como organizaciones y movimientos sociales, partidos políticos, académicos de los Estados miembros del bloque e invitados de África, Asia, Europa, Norteamérica y América Latina.
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Además de Daniel Ortega estará presente el dictador cubano Miguel Díaz-Canel, quien no falla a estos eventos donde la agenda principal es despotricar contra Estados Unidos y la comunidad internacional.
El ALBA está integrada por Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, Granada y Cuba.