Daniel Ortega ha convertido a Nicaragua no solo en un trampolín, sino también en un «puente» idóneo para que más haitianos -entre ellos, grupos delincuenciales- atraviesen el territorio nacional en busca de migrar hacia los Estados Unidos.
Este lunes se confirmó que al menos cinco vuelos procedentes de Puerto Príncipe, Haití, tenían previsto aterrizar en Managua, según el itinerario de llagadas de la nación caribeña al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino.
En tanto, una fuente anónima confirmó a Darío Medios, que el mandatario sandinista ofrece la entrada a los haitianos sin pedirles ningún requerimiento como una forma de represalia contra el gobierno de Biden por las sanciones que le han aplicado a su régimen.
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De esa forma, Ortega estaría promoviendo la crisis migratoria en la región y saturando las fronteras entre México y Estados Unidos, hasta el momento colapsadas debido a la gran afluencia de migrantes.
Es más, ninguna de las seis aerolíneas que entre viernes y domingo llevaron a Managua 36 aviones procedentes de la capital haitiana, tiene vuelos directos a nuestro país, por lo que dos fuentes del sector turístico opinan que resulta obvio que detrás de esa situación hay también un gran negocio de algunos funcionarios muy cercanos al régimen de Nicaragua, definiendo a esa actividad como “un negocio millonario”.
Esta masiva llegada de haitianos a Managua, por medio de vuelos de conexión es tildada como un suceso “sin precedentes y además inusual debido a la grave crisis política y social que atraviesa el país caribeño”.
Dada la situación, el hecho es que que hay miles de haitianos tratando de viajar a Estados Unidos, vía Nicaragua, “antes que se cierre esa opción” de usar a Nicaragua como puente.
Asimismo, estas aeronaves tienen una capacidad de entre 50 y 220 pasajeros, por lo que en solo dos días se presumen que podrían haber arribado a Nicaragua entre 1,350 y 5,949 personas procedentes de Haití, y los haitianos están dispuestos a pagar entre 2500 y 3500 dólares por persona que cuesta un boleto entre ambas capitales.
Nicaragua no fue invitada a cumbre sobre migración en México
México llegó a la cumbre sobre migración con los presidentes latinoamericanos y del Caribe que se celebró el pasado domingo en Chiapas en una crisis sin precedentes.
Las cifras que maneja el Instituto Nacional de Migración (INM) han roto los récords históricos. En agosto de 2023, últimos números disponibles, se produjeron 83.725 detenciones, más que en cualquier otro mes de la época reciente.
La difícil agenda de López Obrador en la cumbre de Palenque fue la de buscar una respuesta conjunta para reducir el flujo de personas que cruzan Centroamérica y llegan a México.
Para ello ha convocado a los mandatarios de 11 países, entre los que se encuentran Honduras, Haití, Cuba, Venezuela, El Salvador y Guatemala, lugares de procedencia de la mayoría de migrantes que llegan a territorio mexicano. Pero, no fue invitada Nicaragua, cuyos connacionales también arriban de forma masiva al país y al parecer Obrador no convocó a Daniel Ortega debido a su descontento por el puente abierto que el régimen sandinista mantiene para los migrantes.
