Desinterés ciudadano en las votaciones del domingo seis de noviembre, desconfianza hacia el Consejo Supremo Electoral,  coacciones,  violencia contra opositores,  es el ambiente electoral   en Nicaragua dice “Urnas Abiertas”, en su último informe.

“A pesar de los 31.1 millones de dólares que costará al país las  elecciones municipales 2022,  no se evidenció  un ambiente electoral por   silencio  durante  20 días de campaña”, sostiene la organización Cívica.

Ivania Alvares asegura que del  presupuesto para  las elecciones municipales, “el  40% es para reembolso a los partidos  colaboracionistas que se lucran  del deterioro democrático y las violaciones a los Derechos Humanos de los nicaragüenses”, destaca.

El observatorio  electoral   afirma que recibió denuncias de violaciones al “silencio electoral” por  los candidatos del  FSLN,  “difundieron  viñetas radiales y asistieron a  programas  en  medios oficialistas y difusión de mensajes en redes sociales.

“En la última semana, se documentaron  denuncias de coacción a trabajadores del Estado que están siendo obligados a llevar a sus familiares a votar y envíen pruebas de la orientación”, confirma “Urnas Abiertas”.

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El Organismo Cívico también registra que trabajadores estatales son asediados por los Consejo de Poder Ciudadano (CPC) en los barrios, repartos y comunidades rurales  para que asistan a votar este domingo.

El régimen Ortega- Murillo despliega  desproporcionadamente  fuerzas armadas en  varias zonas del país,  aprovechando el traslado de material electoral, asimismo presencia de drones por las noches con el propósito de mantener vigilada a la ciudadanía, asegura.