En términos populares, “la gallinita de los huevos de oro”, que significaba el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, parece haber llegado a su fin, tal y como lo dio a entender la nueva directora de esta entidad multilateral, la costarricense Gisela Sánchez, puesto que asegura que ya superaron los límites de crédito que pueden recibir.

En entrevista para Redacción Regional, la nueva ocupante de la silla presidencial del BCIE, aseguró que vienen frenos hacia los préstamos de Nicaragua y El Salvador “para dar más balance a la cartera y corregir rumbos de la administración anterior”, añadió.

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Y es que durante la era del antecesor de Sánchez, el hondureño Dante Mossi, conocido como “el banquero de los dictadores” de la región centroamericana, fue considerado como uno de los principales operadores para oxigenar financieramente a la dictadura nicaragüense a través de millonarios préstamos, donde según cifras del BCIE, Nicaragua figura en el segundo lugar en su cartera de préstamos con un 22%, superado por El Salvador que cuenta un 25% de préstamo con dicha entidad.

La mitad del pastel para el MTI

El politólogo nicaragüenses, Manuel Orozco, en un reciente artículo de opinión en Confidencial, lamentó que el financiamiento externo, continua a expensas de los nicaragüenses y que el 50% de la inversión pública se dedicó al Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) y predominantemente en obras de construcción, y que la mayoría de esos fondos provenientes del BCIE.

“Lo más lamentable no es el endeudamiento, pero que la amortización que hace Nicaragua de su deuda externa, en un 60%, es al BCIE. ¿Cómo puede ser que, si le debe USD 2300 millones al BCIE, le esté pagando en intereses más de USD 1100 millones en amortización entre 2019 y 2023?”, cuestiona el experto.

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Dicho esto, según Orozco las matemáticas revelan que el BCIE prestó a la dictadura orteguista más de 550 millones de dólares en 2023, pero Nicaragua le pagó 320 millones de dólares en intereses ese mismo año. De igual forma el Ministerio de Hacienda invirtió 260 millones de dólares en el MTI con fondos del BCIE, para carreteras que no benefician a la población, es más el 10% de esos gastos fue en carreteras para las empresas mineras.

¿Y la fiscalización?

Agrega que la diligencia del BCIE no limita que si el país miembro va a cubrir sus deudas, sino que tambien, sí reúne los requisitos importantes relacionados a los valores del banco en cuanto a la gobernanza del país.

“Además están las cláusulas contractuales y el debido cumplimiento con las contrataciones que hace el Estado. ¿Cuánto saben los funcionarios del BCIE de los favores económicos que da el MTI a ciertas empresas? ¿O será que sus oficiales de cumplimiento solo se aseguran de ver que hubo un cumplimiento formal con el papeleo?”, pregunta el investigador.

Según cifras del Informe de Deuda Pública, publicado por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), hasta el tercer trimestre del 2023, la deuda pública total de Nicaragua rebasó los 10 mil millones de dólares. Siendo así desde el 2019, la deuda pública del país creció más de 40%, siendo el BCIE el principal prestamista.