El origen del nombre del bello municipio de “Nagarote” es chorotega y significa “en el camino de los Nagrandanos”, de las voces “Nagrand”, mientras, otros estudiosos mantienen que se deriva de los vocablos “Nahualli, Otli” y se traduce como “camino de brujos”.
La preciosa ciudad de Nagarote no solo está llena de historia, cultura, regliosidad y poesía, posee también un Monumento Nacional, el prehistórico árbol “El Genízaro” declarado por la Cámara de Diputados en 1964 “Monolito Nacional” bajo la presidencia de René Schick. El decreto fue divulgado en la Gaceta Diario Oficial de Nicaragua y determinó en ese entonces un monto de 500 córdobas mensuales para su conservación y arreglo del parque donde está el macizo, estableció que la asignación debería aplicarse preponderantemente a la compra del terreno donde está el vergel.
EN LAS RAMAS DEL ÁRBOL FUERON ENCONTRADAS ARMAS DE LA ÉPOCA DE LA INDEPENDENCIA
Las ramas históricas son testigo de diferentes hechos históricos de Nicaragua, en ellas fueron encontradas armas de guerra de la época de la independencia. El Genízaro tiene más de mil años, es decir, 457 años cuando llegó Cristóbal Colón a América en 1492, sostienen historiadores nicaragüenses.
Según crónicas colonizadores, españoles, centenares de indígenas Chorotegas, Subtiabas, Imabites y Maribios, descansaron bajo las densas ramas del árbol, crónicas de colonizadores particularmente de los que llegaron a los Lagos Cocibolca (de Nicaragua) y Xolotlán (de Managua), dirigidos por Francisco Hernández de Córdoba en 1528, indican que ciertamente bajo El “Genízaro” reposaron centenares de miles de indígenas, mientras caminaban con cargas y a pie.
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ILUSTRES PERSONALIDADES ATRAÍDOS POR LA LONGEVIDAD DEL MACIZO
Varios literatos nicaragüenses declararon que desde siempre se han sentido fascinado por el árbol milenario por su importancia histórica y por el hecho de haber alcanzado su esplendorosa longevidad: “Hemos observado como vino perdiendo sus ramas más gruesas y dilatadas en el área y sobre las calles y casas de vías pequeñas y estrechas”, subrayaron.
El Genízaro en el 2006 y posteriormente en los años 2014, 2015 y 2016 perdió muchas ramas formidables, que se extendían en varias direcciones, “Las ramas del prehistórico macizo fueron convertidas en figuras Indígenas y puestas bajo las sombras del mismo Genízaro; para eternizar en las generaciones de nagaroteños su recreación bajo su frondosa sombra”, revelaron narradores locales.
De las ramas desprendidas del antiquísimo árbol, se confeccionaron esculturas del cacique Nagrandano, la indita de Nagarote, vasijas precolombinas, armas usadas por los indios y los españoles en la época de la colonización.
El Simbólico e histórico árbol está ubicado en el parque que lleva su mismo nombre en el centro de la ciudad, este mismo, ha logrado sobrevivir a diferentes fenómenos naturales y ahora es un vestigio y parte de la historia e identidad de la ciudad de Nagarote.
“En este árbol fue ahorcado el valiente cacique Nagrandano por órdenes de Pedrarias Dávila”, sostienen pobladores de la localidad.
NAGAROTEÑOS CELEBRAN EL 31 DE DICIEMBRE A LA ORILLA DEL GENÍZARO
Desde el año 1951, un 31 de diciembre, los habitantes de Nagarote iniciaron la celebración de “La fiesta del palo grande” a la orilla del Genízaro.
Un escrito del historiador y poeta nagaroteño, José Ángel Palacios, refiere que en los años 30, bajo el árbol del Genízaro, se colocaban caravanas de gitanos, y por las noches ejecutaban fiestas de encantamiento y de engaño.
Recientemente el ayuntamiento sandinista entregó reconocimientos a ilustres personalidades locales y nacionales, que han brindado aportes al fortalecimiento de la cultura, la educación, el deporte, y conservación del medio ambiente, entre ellas: el investigador y lírico José Ángel Palacios, y el cantautor y poeta José Solís, entre otros.
También el gobierno local al servicio de los Ortega- Murillo, ubicó retratos añejos, documentales y artesanías elaboradas con las mismas ramas del árbol que se cayeron a consecuencia de su antigüedad.
Cabe mencionar que los nagaroteños conservan la tradición de pasar debajo del árbol, las fiestas de navidad y despedida del año viejo.
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