Este fin de semana centenares de católicos participaron en las
excequias fúnebres del sacerdote Juan Bautista Peguero de la Rosa en el
municipio de Villanueva.
En el templo Inmaculada Concepción no hubo suficiente espacio
para quienes llegaron desde el departamento de León , de otros municipios chinandeganos e incluso desde zonas fronterizas con Honduras.
En la misa de cuerpo presente, Monseñor Bosco Vivas Robelo, Obispo de la
Diócesis de León y Chinandega, dijo que la iglesia perdía a un religioso
ejemplar que predicó con sus obras: “Dios ha querido llevarse en estos días
en que estamos celebrando la solemnidad de la Asunción de Maria, al Padre Juan Bautista Peguero de La Rosa, a quien veo como un signo de
predilección por ser un ciervo fiel de cristo”.
Los diez ministerios conformados en esa parroquia se organizaron desde días
antes, prepararon una tarima de gran tamaño sobre la cual ubicaron el
féretro, se requirió de más de 20 hombres para cargar la tarima que
recorió 18 calles. en las afueras de los hogares improvisaron altares a
la Virgen María, por la devoción que Peguero profesaba a la madre de Dios.
Los restos del centenario sacerdote ahora descansan en una bóveda habilitada en la capilla del templo a los pies del Santísimo, la feligresía lo despidió entre cantos marianos y coreando la palabra “santo, santo, santo” como una solicitud firme a la Santa Sede para que lo canonicen por su don de sanación.
Kathia Reyes.