La pandemia por el Covid-19 instalada en Nicaragua desde el pasado mes de marzo, ha venido a incrementar la demanda de la ciudadanía por el abastecimiento de agua potable, cuando una de las recomendaciones internacionales es lavarse las manos de forma constante, para prevenir el contagio.

Ruth Selma Herrera, ex presidenta ejecutiva de Enacal, señala que la pandemia del coronavirus obliga a demandar la existencia del vital líquido sin desabastecimiento, pero la empresa de acueductos y alcantarillados debe cambiar su política de servicio.

Para la ex ejecutiva de Enacal, la empresa no se está ocupando del reclamo de la ciudadanía, “no está escuchando a la población” y dijo “curiosamente andan sacando altoparlantes diciendo que van a cortar el servicio cuando en muchos barrios no está llegando el agua”.

Ruth Selma Herrera aseguró que en el occidente de Nicaragua existen al menos 500 pozos en las zonas rurales, afectados directamente  en la pérdida de su humedad por la competencia entre empresas cañeras y de monocultivos que cuentan con pozos sometidos a bombeos fuertes.