Miembros del organismo de control de la libertad religiosa global del gobierno de Estados Unidos han sumado sus voces a un creciente coro de llamados a la liberación de líderes católicos encarcelados en Nicaragua, argumentando que es hora de tomar acciones legislativas contra la nación centroamericana.
Frank Wolf, comisionado de la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional, llamó al Congreso a aprobar la “Ley de Restauración de la Soberanía y los Derechos Humanos en Nicaragua de 2023”. como una acción , el proyecto de ley ampliaría la capacidad del gobierno estadounidense para sancionar a funcionarios responsables de violaciones de la libertad religiosa y los derechos humanos.
“Instamos al Congreso de los Estados Unidos a ayudar a detener estas atroces violaciones de la libertad religiosa y responsabilizar a los infractores aprobando la Ley bipartidista de Restauración de la Soberanía y los Derechos Humanos en Nicaragua de 2023”, dijo Wolf en una declaración del 4 de enero.
Esta acción legislativa también garantizaría el apoyo del gobierno federal al Grupo de Expertos en Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Nicaragua, que Wolf señaló que está “trabajando diligentemente para investigar todas las presuntas violaciones y abusos de los derechos humanos en el país desde 2018”.
Hasta el momento, el proyecto de ley sólo se ha presentado en el Senado. el patrocinador de esta acción es el senador republicano Marco Rubio de Florida, a quien Crux no pudo contactar para hacer comentarios. Los copatrocinadores del proyecto de ley son el senador demócrata Tim Kaine de Virginia y el senador republicano Bill Cassidy de Luisiana.
Políticos estadounidenses instan al Senado a aceptar a realizar acciones
“El obispo [Rolando] Álvarez y otras personas fueron detenidos injustamente por defender las libertades básicas”, dijo Kaine. “El Senado debería aceptar estas acciones, mis proyectos de ley bipartidistas para apoyar a los detenidos injustamente y responsabilizar al régimen de Ortega por la corrupción, los abusos a los derechos humanos y los ataques contra líderes religiosos”.
El obispo Álvarez de Matagalpa, Nicaragua, que ha estado encarcelado por el gobierno nicaragüense durante más de 500 días, ha sido nominado para el Premio Nobel de la Paz.
El obispo Álvarez fue condenado a 26 años de prisión por la dictadura del presidente Daniel Ortega en febrero pasado. Poco de su condición, o de las condiciones en las que se encuentra, se sabe más allá de lo que se ve en fotografías montadas publicadas por el gobierno de Nicaragua, como fue el caso del 2 de enero cuando Álvarez fue visto recibiendo un chequeo médico con una camisa rosa y pantalones grises.
La protesta reciente, sin embargo, es más profunda que Álvarez.
Las acciones del régimen tienen como objetivo es la represión más amplia contra el catolicismo empleada por el régimen de Ortega. En las últimas semanas de 2023, el obispo Isidoro del Carmen Mora Ortega de Siuna, Nicaragua, fue arrestado supuestamente por ofrecer oraciones por Álvarez, junto con otros 15 sacerdotes y dos seminaristas.
La USCIRF también señaló que en Nochebuena seis ex empleados de Caritas – una organización caritativa católica internacional – fueron sentenciados a seis años de prisión por acciones “dudosas” de lavado de dinero. Desde que el gobierno de Nicaragua tomó medidas enérgicas contra el catolicismo que se intensificaron después de las protestas de 2018, líderes religiosos y una orden han sido expulsados del país, y se han cerrado organizaciones caritativas e instituciones educativas católicas.
El vicepresidente de la USCIRF, Frederick Davie, dijo que la comisión está “indignada” por lo ocurrido. En su informe anual de 2023, la comisión recomendó que el Departamento de Estado de Estados Unidos vuelva a designar a Nicaragua como país de especial preocupación por sus violaciones “sistemáticas, continuas y atroces” de la libertad religiosa.
“La USCIRF está indignada por las acciones del gobierno de Nicaragua quienes han decidido continuar su brutal represión contra miembros de la Iglesia católica por hablar sobre la libertad religiosa y las violaciones de derechos humanos que ocurren en el país”, dijo Davis en una declaración del 4 de enero.
“Se ha vuelto cada vez más claro que el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo tienen la intención de silenciar pacíficamente la voz de cualquier individuo siguiendo los dictados de su conciencia”, dijo.
El arzobispo Thomas Wenski de Miami, quien a principios de esta semana calificó al régimen de Ortega como “fuera de control”, dijo a Crux el 4 de enero que es difícil entender el final de las acciones del gobierno de Nicaragua, aparte de la posibilidad de infundir miedo en el resto de la población.
“Tenemos al régimen nicaragüense golpeando a la Iglesia católica, y probablemente la razón por la que persiguen a los católicos es que es una buena manera de aterrorizar a la población”, explicó el obispo Wenski. “Porque si los sacerdotes y los religiosos no están protegidos debido a su estatus en un país católico, entonces el ciudadano medio en la calle ciertamente no tiene protección contra los movimientos opresivos”.
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El obispo Wenski añadió que es difícil para el gobierno, o para cualquier persona, responder cuando el objetivo no está claro.
“Si entendieras el final, podrías decir que están haciendo esto y esto por eso. Pero no tiene ningún sentido lo que están haciendo, así que, como dije, están fuera de lugar”, dijo el obispo Wenski.
Información: Catholic Herald
