Nadie puede negar que la Empresa privada (del gran capital) fue un tranque en el momento cumbre de la Resistencia, pues también fueron sorprendidos pegados al ombligo de un sistema de gobierno en concubinato.
Las universidades de Managua tomadas, el paro de León se extendió espontáneamente en el tiempo, los pueblos de Masaya, Carazo, Matagalpa, Juigalpa en plena Resistencia, todos con barricadas para cerrarle el paso a las camionetas de la muerte.
Quizás, si ahí se paraba el país, otra correlación de fuerza hubiésemos tenido a nivel nacional e Internacional. Pero el “hubiera” es pretérito pendejo y no fue así, la política es como la medicina; el tiempo en oportunidad perdida, es fatal y no hay retroceso. Llegó la “Operación Limpieza”.
Continuó en más tiempo de estira y encoge de la representación de la oposición, de intereses de sectores y de grupos, se multiplicaron siglas, se salieron, entraron, todo pensado en acaparar espacios, se trabajó consciente o inconscientemente desde la exclusión, no desde el carácter plural y ciudadano de abril de cara a la necesaria Unidad en la diversidad.
Cambiar cultura política y el sistema, no es de la noche a la mañana. Desde hace años lo estamos intentando y tenemos una larga tarea en el tiempo, que llevará más generaciones.
La UNIDAD opositora hace rato debió estar lista, pero los intereses políticos y económicos, el zancudismo y la dictadura, siguen haciendo lo suyo.
Ya vamos a cumplir tres años de la Resistencia de abril y es comprensible el dolor y la frustración de miles de jóvenes y madres que les asesinaron a sus hijas/os, las/os excarceladas/os, las/os Presas/os Políticos, las/os exiliadas/os, todas/os somos parte de este dolor.
Así fue, así es y ahora estamos contra el tiempo, no dejemos de ver el gran espejo de Venezuela, ojo, la dictadura va haciendo lo suyo, sigue oxigenada por los organismos multilaterales como BCIE, BID, BM y países europeos que prefieren ignorar las sanciones personales ya impuestas desde el Consejo de la Unión Europea, y les siguen cooperando y lavando la cara.
El COSEP ya tiene su remedo de repuesto con una sigla nueva APRODESNI, en medio de las descaradas confiscaciones a ONGs y Medios de comunicación, ahorcamiento fiscal, decomisos y multas de tránsito, empobrecimiento, sumado a la constante represión y asedio policial a la ciudadanía vista como enemiga del régimen.
El FSLN tiene campaña vitalicia de elecciones, pero no tiene al pueblo
Nos queda poco tiempo para dar un golpe certero o cruzar la frontera hacia la eterna Resistencia contra la dictadura y crisis humanitaria, estamos en la última oportunidad de la Resistencia ciudadana para sacar a la dictadura Ortega-Murillo (no para el cambio de sistema) mediante elecciones.
Tenemos que echarla toda y seguir exigiendo LIBERTAD para las personas presas políticas, Reformas electorales, y todo esto en UNIDAD en la diversidad para dos escenarios:
ARRASAR con el voto o NO IR a una farsa electoral, si las condiciones no están dadas. Cualquier opción tiene que ser como la MAREA azul y blanco, retomando ese espíritu de abril de Amaya Coppens, Nahiroby Olivas, Bayron Estrada, Lenin Antonio Salasblanca Escobar, Ricardo Baltodano, Victoria Obando Valverde, Levis Artola Rugama, Juan Pablo Alvarado, Sergio Midence Delgadillo, Luis Quiroz, Yubrank Suazo, Esperanza Sánchez, Karla Matus, Celia Cruz… Alvarito Conrado y Sándor Dolmus, que ya tendrían la edad de votar.
La ruta del “que se van, se van” nos llevó a los tres años que mirábamos lejanos.
Tenemos la oportunidad de reivindicar errores y honrar dolores. Si este es el famoso aterrizaje “suave”, será “duro” para la dictadura, si demostramos que somos MAYORÍA.
Ante esto, la comunidad internacional tendría que pronunciarse y actuar como corresponde.
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Un escrito de Sara Henríquez, nicaragüense, socióloga feminista y Defensora de Derechos Humanos.