Obispo desterrado de mayor de mayor credibilidad cumple 13 años de su ordenación

Este dos de abril se cumplen 13 años que el Papa Benedicto XVI nombró a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa. Mientras el Cardenal Leopoldo Brenes le impuso el sacramento de la ordenación.

El Santo Pontífice designó el 2 de abril del año 2011, a monseñor Álvarez Lagos en el cargo pastoral. El Papa tomó en cuenta la religiosidad, vocación, carisma, aptitud de servicio y humildad de monseñor para su elección. Álvarez desde niño tuvo un “sueño”, una “ilusión” que el Señor le concedió, su envestidura de obispo.

Asimismo, en diciembre de 1994, fue ordenado sacerdote, por el cardenal Leopoldo Brenes Solórzano. El diciembre próximo arribará a sus treinta años de vida sacerdotal. En ese entonces tenía 28 años.

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Ortega quiso obligar a Obispo Álvarez a cumplir el servicio militar obligatorio

El religioso ha sido perseguido desde joven por la dictadura de Daniel Ortega. En los años ochenta se negó a prestar el servicio militar obligatorio que exigía la extinta Dirección Nacional. En esa época, Álvarez fue detenido y cateada su vivienda, por mantener su posición de no ir a los frentes de guerra por una causa ajena.

“Su hermana relató, “cada vez que capturan a mi hermano, siento un inmenso dolor y angustia, ver lo que le hacen”. “Él nunca se implicó en política, solo en actividades religiosas”, dijo.

Además, tuvo un papel destacado en la mediación que ejerció la Conferencia Episcopal de Nicaragua durante el proceso de diálogo puesto en marcha tras las masivas protestas populares ocurridas en 2018 en Nicaragua que generó centenares de muertos.

La dictadura de los Ortega- Murillo, señaló al obispo como uno de los incitadores de los movimientos sociales de 2018 y comenzó una campaña de acoso y descrédito contra él y otras figuras críticas dentro y fuera de la Iglesia católica en el país.

Monseñor Rolando Álvarez es una de las voces más críticas de la iglesia católica de Nicaragua. Sus reprimendas cuestionaban la violación a los derechos humanos, la persecución religiosa y las injusticias de la dictadura orteguista. El obispo permaneció detenido sin cargos durante más de 100 días hasta que en diciembre, fue acusado por los delitos de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas”.

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Dictadura sandinista ofreció libertad por exilio a monseñor Álvarez

En enero de 2023, monseñor José Antonio Canales, obispo hondureño de Danlí, aseguró que el gobierno de Ortega le había ofrecido a Álvarez la posibilidad de salir libre a cambio de enviarlo al exilio, justo lo que ocurrió en febrero de 2023 con los 222 opositores enviados a EE.UU.

“Las noticias que nosotros hemos tenido es que a monseñor Álvarez le han ofrecido la libertad, pero fuera de Nicaragua. Lo que no quieren son voces críticas dentro de Nicaragua”, mantuvo Canales.

Los obispos que participaron en el dialogo malogrado le pidieron a Daniel Ortega y Rosario Murillo, mediante un comunicado, que dejaran el poder y que se celebraran elecciones libres y democráticas en Nicaragua. La pareja de tiranos, decidió aplastar las protestas a puntas de balas, dejando un resultado de más de 350 muertos, centenares de heridos y nicaragüenses en el exilio forzado.

Posterior, el régimen sandinista redobló las agresiones en contra de la Iglesia Católica y ordenó el encarcelamiento de decenas de sacerdote, expulsión de religiosas, y negó la entrada de clérigos al país.

Un viernes, mientras la población de Matagalpa descansaba, fuerzas especiales de la policía de Daniel Ortega y Rosario Murillo se llevaron al obispo Rolando Álvarez. Después de 15 días de cerco y persecución policial a la curia, donde el religioso se hallaba en cautiverio con ocho sacerdotes, laicos y colaboradores.

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De igual manera, la justicia Daniel Ortega condenó al obispo de Matagalpa, a 26 años de prisión por traición a la patria, un día después de que se negara a ser desterrado a Estados Unidos. Conjuntamente, un tribunal servil a la pareja de autócrata lo despojó de la nacionalidad nicaragüense, igual medida a la que fueron sometidos los 222 presos políticos que fueron liberados y enviados a Estados Unidos.

El régimen de los Ortega- Murillo, mantuvo secuestrado al obispo Álvarez en condiciones infrahumanas y con tratos degradantes. Luego la pareja despótica lo expulsó del país junto al obispo Isidoro Mora y un grupo de sacerdotes al Vaticano. Aparentemente producto de una negociación entre representantes del Vaticano y la dictadura.

Obispo Álvarez podría estar enfermo en el exilio

Ahora el obispo se encuentra en el exilio forzado y algunas voces sugieren que la salud de monseñor Rolando Álvarez está afectada precisamente por los tiempos de cárceles y manejo terrible de la salud de él, mientras estuvo preso por la dictadura.

Los opresores, Daniel Ortega como Rosario Murillo imputan a la Iglesia Católica de Nicaragua de apoyar la rebelión ciudadana que comenzó en abril de 2018. La que consideran “intento de golpe de Estado”, y mantienen un asedio invariable contra algunos sacerdotes y obispos.

Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, de 55 años, nació en Managua en un hogar cristiano, donde el padre era obrero y la madre vendía atol. Desde niño mostró disposición por el sacerdocio.