La playa de Poneloya es irregular y de arena oscura, con cocoteros que le dan un aspecto típico de una ribera tropical. El litoral presenta fuertes corrientes y marejadas que golpean con fuerza la arena. Además, cuenta con un estero peligroso, especialmente cuando la marea sube.
Durante las celebraciones de Semana Santa, Navidad y fin de año, Poneloya experimenta una vida nocturna muy activa. Los visitantes tienen a su disposición una variedad de servicios, incluyendo restaurantes, hoteles, cabañas, piscinas, paseos a caballo, excursiones hacia la isla Juan Venado, así como actividades de pesca y artesanías.
Sin embargo, este atractivo destino turístico ha cobrado la vida de más de cien personas en los últimos diez años. La costa de Poneloya es especialmente peligrosa debido a las corrientes de resaca, que son extremadamente fuertes y pueden arrastrar a las personas mar adentro desde la orilla. Incluso los nadadores más experimentados pueden estar en peligro si son atrapados por este tipo de corriente. Según un estudio publicado en 2018 en Natural Hazards and Earth System Sciences, las corrientes de resaca son la principal causa de estos incidentes.
Solo en el año 2021, un matrimonio nicaragüense, René de Jesús Castillo Salgado de 54 años, Johanna del Rosario Hernández Armas de 43 años, y su hijo René Antonio Castillo Hernández de 24 años, perdieron la vida por ahogamiento en la playa de Poneloya, según informes de la Cruz Roja Nicaragüense en ese entonces. Los tres eran originarios del departamento de Estelí y habían llegado de paseo al balneario. Trágicamente, fueron arrastrados por las corrientes marinas mientras se bañaban. A pesar de los esfuerzos de los socorristas de la Cruz Roja filial León, los cuerpos fueron encontrados sin signos vitales.
Poneloya y Las Peñitas encabezan las estadísticas de ahogamientos entre 2020 y 2021
Durante el período de diciembre de 2020 a enero de 2021, estos balnearios registraron el mayor número de personas fallecidas por ahogamiento a nivel nacional, según los datos proporcionados por la Cruz Roja del departamento.
El 9 de enero de 2021, Fernando Antonio Martínez, trabajador de la Universidad Nacional UNAN-León, perdió la vida por ahogamiento en el sector de Los Pinos-Poneloya. Fue arrastrado por fuertes corrientes y, lamentablemente, su cuerpo nunca fue encontrado, lo que provocó una profunda tristeza entre sus seres queridos.
La zona comprendida entre la Peña del Tigre y el Hotel Lacayo es especialmente peligrosa debido a las corrientes marinas intensas que la caracterizan. Asimismo, el sector conocido como “Los Pinos” representa otro lugar comprometido para el baño.
Históricamente, estas áreas del litoral de Poneloya han sido riesgosas para los turistas que se aventuran en sus aguas. Sin embargo, no se han instalado señales que adviertan sobre estos peligros, ni tampoco hay presencia de funcionarios de la Defensa Civil, Comupred o de la municipalidad de León que orienten a los vacacionistas sobre las zonas de peligro para el baño.
Recientemente, la ciudadana extranjera rusa-canadiense Yelena Abouaf, de 55 años, falleció por sumersión en Poneloya, convirtiéndose en la segunda persona que pierde la vida por esta causa durante el período de Semana Santa 2024. Según testigos en el lugar, la víctima ingresó a la playa bajo los efectos del alcohol.
José Noel García Chévez, Coordinador del Programa de Socorristas Voluntarios de la Cruz Roja Filial León, informó al medio de comunicación Nicaragua Investiga que los balnearios como Poneloya y Las Peñitas cuentan con más de diez puntos críticos o zonas rojas donde los veraneantes no deberían bañarse. “En estas áreas de riesgo es donde más personas ingresan, provenientes de otros departamentos del país y desconociendo estos puntos críticos, lo que lamentablemente provoca tragedias en familias nicaragüenses”, declaró el socorrista.
Los expertos sugieren a los vacacionistas informarse sobre el estado del mar y los puntos críticos antes de dirigirse a una playa en particular. Es importante tomar en cuenta aquellas playas que cuentan con la presencia de guardavidas. Además, se recomienda:
1. Evitar bañarse inmediatamente después de haber ingerido alimentos.
2. Observar las depresiones en la playa durante la marea baja, ya que pueden representar peligros durante la marea alta.
3. Evitar las áreas cercanas a las desembocaduras de los ríos.
4. Preferir playas que estén cerca de centros de atención médica.
5. No descuidar a los niños cuando se visita la playa en familia y asegurarse de que usen chalecos salvavidas. Nunca dejar a los niños solos con sus chalecos puestos, ya que esto aumenta el riesgo de que sean arrastrados mar adentro por una corriente.
6. Bañarse siempre acompañado.
7. En caso de presenciar a alguien atrapado por una corriente, tratar de indicarle los pasos a seguir y buscar ayuda. No intentar entrar al agua si no se es un rescatista experimentado.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de los incidentes acuáticos ocurren con un oleaje moderado, que a menudo se considera ideal para divertirse, en lugar de con oleajes altos o extraordinarios, que naturalmente son evitados por la mayoría de las personas.