Ayer miércoles decenas de miles de fieles católicos se levantaron más temprano que de costumbre para acudir a sus templos y  recibir la imposición de la cruz de Ceniza, iniciando así el tiempo de   Cuaresma.

La Penitencia comprende 40 días de oración y comunión de los piadosos con Dios, previo a la celebración de la Resurrección de Jesucristo, que se conmemora el Domingo de Pascua, 9 de abril. 

Los clérigos de las Iglesias del país   reflexionaron al celebrar sus eucaristías, sobre la trascendencia que tiene para los católicos el período de la  Cuaresma, que llama a  reflexionar, convertirnos y volver a Dios.

“Es un tiempo adecuado para purificarnos de las faltas; es una  fase para creer, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle “poner su morada” en nosotros, subrayaron los místicos.

El Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua dijo en su homilía ayer miércoles de cenizas, que la penitencia es para sosegarse, orar y amar al enemigo o personas que no son de nuestra  aprobación.

El Jerarca Católico volvió a guardar silencio sobre las agresiones a la Iglesia y condena al obispo Rolando Álvarez y los destierros de su patria a sacerdotes y laicos nicaragüenses.

El Cardenal también omitió referirse al discurso de odio pronunciado el martes 21 de febrero, por el dictador Daniel Ortega quien calificó a la Iglesia  como una mafia organizada.

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Tres líderes de fraternidades católicas  nicaragüenses dijeron que los Ortega- Murillo no están dispuestos a frenar los ataques verbales y de odio contra sacerdotes, obispos, cardenales y al propio Papa Francisco, ni siquiera  respeta el período de Cuaresma.

Ortega fortificó sus embestidas a la Iglesia días después que el Papa Francisco  expusiera su inquietud por el encarcelamiento y condena de 26 años a  monseñor Rolando Álvarez y llamara al régimen sandinista a un diálogo en la búsqueda del entendimiento pacífico y armónico.

Por su parte, el Obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez calificó el discurso pronunciado por Daniel Ortega como falso y cínico y de un ateo que no tiene moral para cuestionar a la Iglesia de Cristo en la tierra.

El líder religioso agregó que Ortega y Murillo carecen de legalidad y legitimidad ante el pueblo de Nicaragua, porque se impusieron en un proceso electoral sin competencia política y con nula transparencia.

Los fieles católicos consultados por Radio Darío, dijeron sentirse preocupados porque el régimen sandinista podría prohibir las procesiones tradicionales de la Semana Santa, aunque varios sacerdotes expresaron no haber recibido ninguna restricción por parte de la Policía hasta ahora.