Durante su homilía del sábado seis de enero, desde la parroquia St. Vincent de Paul de Los Ángeles, California, monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, señaló que al igual que Herodes, «son los tiranos de ayer y hoy».

Basado en la historia de los tres mago que visitaron a Jesús, el rey de los judíos que acaba de nacer, y el sobresalto de Herodes al darse cuenta de la noticia, el prelado señaló que «los tiranos aparentan ser valientes y se presentan altaneros y agresivos, pero son muy miedosos».

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Agregó, además, que los opresores se sienten continuamente amenazados y que «para ellos, los demás, el pueblo entero, incluso los de su círculo más íntimo, son siempre rivales o enemigos contra quienes luchar y a quienes engañar o eliminar».

«Herodes y su corte representan ese oscuro mundo de los poderosos donde todo se vale, con tal de asegurarse el propio poder: el cálculo, el cinismo y la mentira. Vale también la crueldad, el terror, el desprecio del ser humano y la destrucción de los inocentes». ejemplificó monseñor Báez.

Monseñor Báez: «Los tiranos de ayer y de hoy se disfrazan de defensores de la paz, pero son crueles y desalmados». Foto: Darío Medios / Captura de pantalla
Monseñor Báez: «Los tiranos de ayer y de hoy se disfrazan de defensores de la paz, pero son crueles y desalmados». Foto: Darío Medios / Captura de pantalla

Asimismo afirmó que «los tiranos de ayer y de hoy se disfrazan de defensores de la paz y del orden, pero son crueles y desalmados y, como Herodes, terminan siempre provocando mucho dolor y derramando sangre inocente».

Nicaragua sufre a causa de un sistema dictatorial

Refiriéndose a la crisis política que atraviesas Nicaragua a manos del régimen de Daniel Ortega, el prelado señaló que «hoy sufrimos en nuestro país a causa de un sistema dictatorial, sostenido por personas con la mente y el corazón oscurecido, cuya única ley es la ambición desmedida, la irracionalidad, la venganza, el odio».

A la vez subrayó que «los secuestros y encarcelamientos arbitrarios de tantos hermanos nuestros, entre ellos dos queridos obispos y varios sacerdotes, muestra no solo el afán de instaurar un poder dinástico injusto y violento, sino también el miedo y la debilidad de un sistema anacrónico e inhumano ante la fuerza de la verdad y del amor».

El obispo señaló que «los secuestros y encarcelamientos arbitrarios de tantos hermanos nuestros, entre ellos dos queridos obispos y varios sacerdotes, muestra el afán de instaurar un poder dinástico injusto y violento»
El obispo señaló que «los secuestros y encarcelamientos arbitrarios de tantos hermanos nuestros, entre ellos dos queridos obispos y varios sacerdotes, muestra el afán de instaurar un poder dinástico injusto y violento»

Pese al odio de los dictadores de Nicaragua en contra de la Iglesia católica y de todos nicaragüenses, monseñor Báez animó a dudar que «los tiranos pasan y un día ya no están, quedando olvidados y condenados por Dios y por la historia».

Además, exhortó a los nicaragüenses a no tener miedo al poder de los gobiernos represores «ni nos dejemos intimidar por sus engañosas falacias; confiemos más en la bondad de Dios que en el aparente esplendor de los poderosos».

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Al igual que los reyes magos que, antes de llegar a donde estaba Jesús se enfrentaron a dificultades, el obispo dijo que «en nuestra historia como pueblo hemos vivido épocas oscuras en las que se se llegaron a cometer terribles errores»; sin embargo aseguró que «a pesar de todos los fracasos y frustraciones, siempre es posible volver a empezar y seguir caminando».

«El Señor hará brillar siempre en nuestra historia nuevas estrellas que vuelvan a encenderse y nos inviten a seguir adelante. Solo hay que levantar el corazón hacia Dios con confianza y humildad», concluyó.