Don Juan García, habitante de una comarca de Masaya, se siente preocupado porque ante la llegada de la estación lluviosa a nuestro país, su techo pasará una prueba muy dura, pues está bastante deteriorado por el paso de los años y el poco mantenimiento.

A este ciudadano asegura que fue a una de las ferreterías más cercanas y los precios de los materiales no están nada favorables. Alegó que “en el caso del fastyl pintura impermeabilizante que antes costaba 900 o 950 córdobas, ahora se vende a 1,000 o 1,100 córdobas, y el cuarto lo tienen a 340 córdobas. No es posible que ni para capear la lluvia nos alcance, porque ahora los comercios se aprovechan de cada temporada”, externó García.

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En este mes inician las lluvias en Nicaragua.

El costo de reparar su techo

En algunos mercados populares del país otros materiales tambien experimentaron una cierta alza, pues los tapagoteras líquidos para cubrir los huecos del zinc, tienen un precio de 340 córdobas el cuarto y el tapagoteras en cinta a 40 córdobas el pie. Ahora si el deterioro es más serio y desea cambial el techo, tiene que apuntar en su libreta que el costo de las diferentes láminas de zinc oscilan entre de 500 córdobas a 650 córdobas en dependencia del tamaño. El zinc calibre 12 y calibre 28 los puede encontrar a 540 córdobas y la lámina de zinc calibre 26 de entre 590 córdobas a 650 pesos. 

Ahora, si usted desea revestir de protección su techo por fuera, en estos populosos centros de compras el galón de pintura anticorrosiva se lo están ofreciendo a 650 córdobas, en toda su variedad de colores. Ahora si usted mismo hace el trabajo y quiere protegerse de la hostilidad del clima y se exponen a las lluvias, las botas de hule se cotizan a 450 córdobas el par, y si va a salir en medio de la lluvia ante cualquier situación, le contamos que los capotes de dos piezas andan en 550 córdobas y los de una sola pieza en 450 córdobas.

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La población en Nicaragua se alista para el invierno

Población se siente ahogada

García se aflige porque apenas logra sobrevivir vendiendo algunos perecederos en su casa con la ayuda de su esposa, que los fines de semana vende comida, pero siente que la crisis económica los ataca por todos los flancos.

“Es cierto que es importante poder dormir bien y que las goteras no inunden nuestra casa, pero con esos precios, creo que las empresas distribuidoras nos acaba de matar, pues no es un secreto que la canasta básica cada mes sube de precio y sumado a los costos de otros insumos, no aguantaremos este invierno”, señaló el ciudadano.